Cierra este 2017 dando Gracias

“Si para conquistar lo conquistado, tuve que haber vivido lo vivido, llorado lo llorado y sufrido lo sufrido, tengo por bien vivido lo vivido, bien sufrido lo sufrido y bien llorado lo llorado. Porque después de todo, he comprendido, que lo que el árbol tiene de floreado, es de lo que lleva sepultado.” Autor desconocido

Este 2017 quisiera cerrarlo desde el agradecimiento. Agradeciendo que cada persona, experiencia, circunstancia o prueba que se me presenta o se me ha presentado, tiene un “Para qué” y es parte del proyecto de Dios para mi vida. Nada es casualidad, todo viene con un sentido de aprendizaje más grande. Verónica Fuentes, una de mis mejores amigas y grande terapeutas, afirma que mucho de lo que tenemos que trabajar desde lo emocional, no radica necesariamente en tener que ser sanado, sino en “ser mirado”.

Por eso deseo de corazón que hoy te permitas mirar, reconocer, y aceptar eso con lo que has estado luchando. Hoy quisiera compartirte una serie de preguntas que te ayudarán a mirarte. Sólo regálate un rato contigo mismo y con toda la honestidad del mundo. Escribirlas te permite reconocerlas, leerlas permite afirmarlas, y al hacer este ejercicio, permitimos que nuestro cerebro lo haga consciente.

* En este 2017 sentí coraje, dolor o miedo… cuándo viví o experimenté _____.

* En mi relación conmigo, o con los demás… me molestó mucho que _____.

* Me siento culpable por _____.

* Lamento que yo haya tenido estas expectativas o haya estado esperando que _____ (me hicieran tal, me ayudaran con tal, pude haber dado más en esto, que esa persona regrese…).

* En este momento siento que estoy estancado en _____, siento que arrastro esta situación _____ (de mi niñez, adolescencia, familia o pareja) y elijo soltarlo porque ya no me pertenece, ya fue en su momento y aunque es parte de mí, elijo no cargarlo más.

* Hoy elijo soltar esto _____ que me está impidiendo avanzar.

* Deseo perdonar y perdonarme por esto _____ y acepto que es parte de mí. Me libero de todas esas ataduras que me quitan la paz.     También podemos soltar el año a través de una visualización, imaginando que de nuestro corazón emanamos luz, pensando en todas las personas, trabajo y situaciones que queremos soltar.

Repite una y otra vez… Perdono, me perdono, agradezco y continúo. Agradece tu vida, tus seres queridos, tus dones, la salud o falta de salud, el trabajo o la ausencia de trabajo, la prueba difícil por las que te toca atravesar, la naturaleza, los medios físicos, emocionales, materiales y espirituales. Agradece todo lo que te trae alegría o dolor, porque es parte de tu experiencia de vida y de tu evolución. Agradezcamos la presencia de todos en nuestra vida y dejémoslos ir porque ya no compaginan en nuestro verdadero propósito.

Para mucha gente le es maravilloso pedirles ayuda a los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Puedes hacerlo también cerrando los ojos, meditando en qué deseas soltar y pensando que deseas enviar amor y cortar con eso. Si te encuentras viviendo un gran dolor o sufrimiento, recuerda desde la mente que Dios te acompaña atravesándolo y que por más injusto que parezca, Dios jamás te suelta de su mano.  La resistencia de no querer soltar, dar o perdonar, es quien genera intranquilidad e inquietud en nuestra vida. Sólo podremos experimentar la paz verdadera, si abrazamos y aceptamos nuestro presente, con lo que conlleva y nos decidimos a liberarnos de todo lo que nos ata.

Marijose César

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.