Esto es lo que pasa cuando no limpias tu brochas

Pueden acumular gérmenes que pueden infectar y causar grandes daños en la piel.

Cuando te arreglas por la mañana antes de salir de trabajar, pocas veces reflexionas si tus artículos de belleza están limpios.

En ocasiones por las prisas no nos tomamos el tiempo para darles el cuidado adecuado a nuestros cosméticos y no tenemos en cuenta que pueden ser un foco de gérmenes y bacterias.

Según algunos expertos, existen químicos en los productos de belleza que pueden dañar la salud, se filtran en la sangre e incrementan significativamente las posibilidades de padecer infecciones.

Con el tiempo, tus brochas acumulan grasa y bacterias, lo que puede contribuir al surgimiento de infecciones como: conjuntivitis y acné. Además pueden arruinar todos tus cosméticos.

Las pequeñas cerdas de tus brochas de maquillaje pueden fácilmente guardar gérmenes de tu bolsa de cosméticos, así que es importante que limpies esa bolsa una vez al mes o remplazarla si es necesario.

Como las cerdas de las brochas son más flexibles que los aplicadores pequeños, las bacterias pueden alcanzar áreas más sensibles en tu rostro, como la nariz y los ojos.

 

¿Cómo limpiarlas?

Lo ideal sería lavarlos después de cada uso, pero si llevamos una vida muy ocupada esto resulta imposible. Te recomendamos limpiarlas cuando mucho cada 15 ó 20 días.

Si son de pelo natural, podemos limpiarlos con un Brush Cleanser (limpiador de brochas) y una vez a la semana, lavarlos con agua y jabón neutro.

Debes dejarlas secar al aire sobre una superficie horizontal, para que no acumule agua y guarden humedad.

En caso de que las brochas sean sintéticas, es recomendable usar un limpiador sin alcohol.

Los beauty blenders o esponjas, deben limpiarse con más frecuencia, estos absorben todo el maquillaje y guardan más bacterias. Hay que lavarse diario con jabón y dejar secarse durante 2 horas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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