Si hay una fecha particularmente importante en la vida de una mujer, es el día que llega al altar. El momento en que llegas a la iglesia para prometer que pasarás el resto de tus días con él.
Si hay una fecha particularmente importante en la vida de una mujer, es el día que llega al altar. Ese momento en el que llegas a la iglesia para prometer que pasarás los restos de tus días con el amor de tu vida, viene de la mano de una celebración nupcial que tiene como protagonista al vestido de novia.
1 ¿Recuerdas cuando supiste el momento en el que tu prometido era el hombre con el que te querías casar?:
Algo así tiene que pasar con tu bride dress. Tienes que verlo, probártelo y sentir que es “the one”.
2 Arréglate:
Si vas a probarte vestidos desvelada, hinchada y sin nada de maquillaje es muy probable que ninguno te guste. Es por eso que es muy importante que si bien no vayas con un maquillaje demasiado elaborado, debes de intentar ir con un poco de sombra en los ojos, rubor y un labial que haga juego con tu tono de piel. Puede parecer insignificante pero aunque no lo creas, te ayudará en tu búsqueda.
3 Nunca te conformes:
Sí, todo tiene que ver con estándares, así que si sientes que tu search se ha prolongado de más y piensas que estás dispuesta a casarte con “el que sea”, empieza a borrar ese pensamiento de tu cabeza de inmediato. Después de todo, no te casarías con “cualquier hombre”. Lo mismo aplica para el vestido.
4 Darle demasiado poder a tus personas favoritas:
Seguramente cuando vayas a probarte el vestido irás con tu madre o tus mejores amigas, y claramente tendrán una opinión respecto a lo que sea que te pruebes; sólo recuerda que aunque está bien escucharlas, la que va a llegar al altar eres tú, así que lo más importante es que te sientas bella y cómoda en tu “wedding dress”.
5 ¿Compra de incentivación?:
Si decides perder peso, tonificar, esculpir o someterte a una transformación corporal dramática antes de la boda, comprar un vestido en función de cómo crees que se verá en un futuro tu cuerpo es un error. De tener esta intención en mente es necesario que consideres las alteraciones que el vestido podría tener y que al final, podría no verse como tú quisieras. Plantéatemetas reales, que puedas alcanzar y particularmente que no alteren demasiado tu vestido.