Para acudir a una fiesta, para innovar en la oficina o para tu próximo look de Año Nuevo: a continuación, 10 blazers tan especiales que también conquistarán a las que no les gustan los blazers
Por Marina Valera
Normalmente sobrias, casi siempre de aires masculinos, perfectas para ir a la oficina y, sobre todo, muy de tendencia. A pesar de que los blazers tienen todas las papeletas para colarse en tu armario este otoño-invierno 2018/19, no todas las mujeres se sienten atraídas por ellos: o no se sienten cómodas llevándolos o, directamente, piensan que son una pieza demasiado aburrida o estricta como para incluirla en su uniforme diario. Cuando la nueva colección de Navidad de la firma especializada en americanas Blazé Milano aterrizó en nuestro correo, lo vimos claro: ¿y si existe un tipo de blazer apto para las que no les gustan los blazers? Su icónica Everyday Blazer, versionada en diferentes tonalidades de blanco, nos dio la pista perfecta para hacer este artículo.
“El uso refinado de los detalles en contraste caracteriza a estos blazers, haciéndolos lo suficientemente elegantes para todo tipo de fiestas”, explican desde la marca italiana. Y es que las americanas de fiesta pueden ser la alternativa perfecta, no solo a los consabidos vestidos de cara a eventos nocturnos o para tu próximo look de Año Nuevo, sino también a los blazers más comunes y corrientes que solemos utilizar a diario, especialmente para aquellas que no se sienten identificadas del todo con esta prenda.
Leandra Medine, la fundadora de The Man Repeller acudió a la Semana de la Moda de París con un blazer negro con solapas satinadas y silueta oversize como si se tratara de un elegante tuxedo nocturno. La prescriptora americana, sin embargo, lo llevó a plena luz del día a las afueras de los desfiles de la capital francesa de la misma manera que cualquiera de esos ubicuos blazers de cuadros. Para completar su blazer de Isabel Marant, Medine escogió una elegante y poco previsible camisa blanca con tiras de tejido asomando por los puños, un pantalón de pinzas de silueta slim con aberturas en el bajo, unas ‘ugly sandals’ con detalles de pelo, un clutch de piel de color rojo y unos pendientes de perlas. ¿La clave? El equilibrio entre prendas sofisticadas con otras que no lo son tanto y las pequeñas pero necesarias notas de excentricidad.