La empresa japonesa Yukai Engineering trabaja en el regalo ideal para los amantes de los animales que no tienen tiempo para cuidar mascotas pero necesitan una compañía.
Qoobo es una especie de gato peludito, con cola, pero sin cabeza. Se trata de un robot antiestrés. Es como un cojín aunque con una larga cola que reacciona a las caricias.
Qoobo no tiene ojos, boca, ni orejas ni patas. No necesita que lo alimentes ni tampoco se hace sus necesidades por ahí. No hay ni que sacarlo a pasear. Quizá te puede parecer inquietante, pero su objetivo es ahuyentar tu ansiedad y tranquilizarte. El robot puede menear la colita si lo acaricias, como si estuviera feliz. Es más, hasta vibra y ronronea.
La idea surgió cuando uno de los trabajadores de la empresa se mudó a un edificio en el que no se aceptaban mascotas y tuvo que dejar a su gato en casa de sus padres.
El invento puede resultar útil para quienes sufren depresión, ansiedad e incluso alergias.