¿Te gusta el café?, pues podría ser el mejor aliado a la hora de hacer ejercicio, nosotros te decimos.
Por: Gretchen Reynolds
La cafeína mejora el desempeño atlético. Esa es una verdad reconocida casi universalmente en la ciencia del ejercicio. Pero los científicos, entrenadores y atletas también se han percatado de que para incrementar el rendimiento a través de la ingesta de cafeína antes de una competición, un atleta debe abstenerse del producto durante días o semanas antes del gran acontecimiento. Esas ideas sobre la cafeína y el desempeño están desactualizadas y que alguien puede beber grandes cantidades de café a diario y aun así lograr un empujón de cafeína para mejorar su desempeño.
La cafeína es, por supuesto, una de las sustancias más populares del mundo para alterar la mente. Es usada por millones para poner en marcha nuestra perezosa función cerebral por las mañanas y mantenernos alerta durante todo el día.
Tomada aproximadamente una hora antes del ejercicio, también permite a la mayoría de los atletas correr, pedalear la bicicleta, nadar o desempeñarse un poco más rápido o más vigorosamente que si no hubieran tomado cafeína previamente. La cafeína ofrece un impulso al hacer mucho más sencillo que los músculos quemen grasa corporal, de la cual tenemos muchas existencias disponibles. También aumenta el estado de alerta, lo cual parece hacer que el ejercicio se sienta menos agotador.
Sin embargo, los consumidores de café tienden a acostumbrarse a sus efectos, como aquellos de nosotros que podemos dar testimonio de que hemos visto cómo el consumo matutino se eleva una taza o tres. Así que los atletas han sido advertidos de que dejen de tomar café o cualquier producto con cafeína durante una semana antes de una competencia importante, en la teoría de que hacerlo podría reducir su costumbre y amplificar los impactos de la cafeína el día de la competencia.
Grandes dosis de cafeína también podrían tener efectos secundarios indeseables y hasta peligrosos, incluidos temblores nerviosos, dolores de cabeza, palpitaciones y malestares estomacales, aun entre personas que son consumidores habituales de cafeína.
Pero Bruno Gualano, un profesor de Fisiología y Nutrición en la Universidad de São Paulo en Brasil, no está convencido. Ciclista por gusto y consumidor de café —“como buen brasileño, el café es parte de mi dieta”, dice— pensó que era posible que los atletas se podrían beneficiar de tomar cafeína antes de una competencia, aun cuando no se hayan abstenido en los días previos.
Para probar esa idea, él y sus colegas reclutaron a 40 ciclistas de alto rendimiento de São Paulo y los invitaron al Laboratorio de Desempeño Humano de la universidad para realizar una serie de pruebas. También les preguntaron en detalle sobre su consumo regular de cafeína. ¿Cuántas tazas de café, té, refresco de cola, bebidas energizantes y otros tomaban cada día o semana?
Con base en esa información, los investigadores organizaron por capas a los ciclistas en un grupo de cafeína baja, cuyos integrantes promediaban una taza o menos de café o bebidas con cafeína la mayoría de los días; un grupo de cafeína moderada, quienes se tomaban el equivalente a dos tazas de café al día, y un grupo de cafeína alta, quienes consumían aproximadamente tres tazas o más al día.
Los ciclistas se presentaron en el laboratorio en otras tres ocasiones. En cada visita completaron un tipo especializado de prueba contrarreloj, durante la cual pedalearon tan fuerte como les era posible hasta quemar cerca de 450 calorías, una tarea diseñada para ser completada en cerca de 30 minutos. Se les pidió no comer o beber nada por la mañana antes de reportarse al laboratorio.
Una hora antes de un recorrido, ingirieron una tableta con 400 miligramos de cafeína, una cantidad equivalente a cerca de cuatro tazas de café regular. Una hora antes de otro viaje, recibieron otra tableta con la misma apariencia que contenía gelatina como placebo. A los ciclistas no se les dijo qué contenían las tabletas. No recibieron ninguna tableta antes de su último recorrido.
Posteriormente, los investigadores compararon sus tiempos. Todos los ciclistas pedalearon más fuerte y rápido después de tragarse la píldora de cafeína, ¿te animarías a intentarlo?
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