Puedes adelgazar sin hacer dieta si sigues al pie de la letra lo que recomiendan los nutriólogos. Son trucos que no te costará adaptar a tu día a día. Lo notarás en la báscula.
En enero te propusiste muchas cosas: inscribirte al gimnasio, hacer dieta, aprender inglés y trabajar menos. Estamos a mitad de año y no lo cumpliste. No es mala idea replantearte los propósitos. Está bien, todos lo hacemos.
Sigue estos tips con los que perderás cinco kilos sin apenas darte cuenta.
Limita tu horario de comidas
Trata de que la primera ingesta del día se produzca alrededor de las 8 de la mañana, mientras que la última sea a las 19 horas. Esto ayudará a crear un ‘efecto de ayuno’ durante la noche en el cuerpo.
Cuida el tamaño de los platos
No solo la comida es importante, también la manera en la que la presentas en la mesa. Según cómo y dónde te sirvas, condicionarás las cantidades que finalmente acabas consumiendo. Por eso es fundamental jugar con la disposición de los alimentos. Utiliza vasos de tubo para las bebidas que pueden estropear un régimen y utiliza vasos bajos de boca ancha para el agua. Los platos, mejor pequeños y de distinto color al de la comida.
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Desayuna bien
Lo que ingieras por la mañana tiene más posibilidades de ser quemado a lo largo del día. Un par de huevos, un yogur griego o un batido de proteínas son buena idea. Los desayunos altos en proteína son los que te mantienen saciado hasta la hora de la comida.
Cuidado con la cena
Sigue el viejo adagio: desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo. Cena un poco de pescado blanco y verduras, o 100 gramos de carne magra con ensalada. En total, la cena no debe sobrepasar las 400 calorías.
Nada de tentempiés
Picotear puede agregar 400 calorías al final del día. Haz ‘comidas equilibradas’ que te mantendrán lleno hasta la próxima ingesta.
Vigila los líquidos
¿Sufres una adicción por los refrescos y deseas beber solo agua? Deja entonces dos o tres botellas en tu escritorio mientras realizas tus tareas de trabajo o estudias. Cuando aparezca la sed, no tendrás que levantarte para ir al refri y tenerte que enfrentar al dilema de si debes tomar una lata de cola o la jarra con el líquido transparente.
No comas del envase
Si consumes directamente del paquete te resultará imposible estimar cuánto comes de verdad, por lo que es fácil que acabes comiendo mucho más de lo que te habías propuesto. Este truco es útil para alimentos altamente calóricos como los helados. Una pequeña bola puede ser todo lo que el cuerpo necesita para colmar un antojo, y reducirás muchas calorías.