El pastel red velvet es una versión roja de un bizcocho y se consideraba como “comida del diablo”. De cremoso chocolate, su origen se encuentra en el sureste estadounidense
Terciopelo azul, en mi corazón siempre habrá una preciosa y cálida memoria, canta Tony
Bennet en la canción ”Blue Velvet”. Pero aquí no vamos a hablar de terciopelo azul sino de un bello, brillante y delicioso pastel que lleva años en la memoria culinaria: estamos hablando del terciopelo rojo o el red velvet.
En los últimos tiempos, el red velvet ha ganado inmensa popularidad; no sólo es posible encontrarlo en forma de pastel o cupcake, sino que ya está presente en veladoras, helados e incluso bebidas de sabores en grandes cadenas que sirven café.
Pero remontándonos un poco en la historia de su surgimiento, en realidad este pastel es un clásico de la cocina estadounidense. El origen de este bizcocho se puede rastrear hasta el siglo XIX y el nombre de los pasteles “terciopelo”se debe a que se utilizaba cocoa en polvo para suavizar, afinar la harina y así poder conseguir una textura aterciopelada. Uno de los pasteles mas populares en esa época era el pastel de caoba, que mezclaba cocoa con café.
No fue sino hasta la década de los cuarenta, en medio del caos de la II Guerra Mundial y la escasez de alimentos, que varias personas, principalmente los chefs y cocineros, utilizaban betabel cocido y su jugo para darle color y suavidad a los pasteles, pues esta adición permitía que se conservara la humedad del bizcocho.
Leyenda urbana
La historia más conocida nos indica que en realidad el famoso Red Velvet Cake se creó en el Hotel Waldorf-Astoria, en la ciudad de Nueva York. Corría el año de 1959 y de acuerdo con el libro The Vanishing Hitchhiker, American Urban Legends and Their Meanings,del autor norteamericano Jan Harold Brunvand, donde cuenta que una mañana se subió una dama a un autobús y comenzó a repartir postales que leían RED VELVET RECIPE. Cuando la gente le preguntó qué era aquello, ella respondió que había cenado en ese hotel y fue ahí donde probó el infame pastel, y lo disfrutó tanto que mandó una carta al chef solicitando la receta.
Luego, la dama recibió una carta con la misma y adjunto a ella un recibo por 350 dólares. La señora, enfurecida, decidió consultar con un abogado, quien le respondió que era su culpa puesto que había solicitado la receta sin preguntar si tenía costo. Insatisfecha con esa respuesta, la dama decidió vengarse del chef y comenzó a difundir la receta a cuantas personas conocía. Inadvertidamente, este hecho hizo que el pastel creciera en popularidad, convirtiéndose en un postre favorito de todas las reposterías y familias estadounidenses.
De sabor único, chocolatoso y ahumado, el también llamado pastel rojo de Waldorf o pastel de 300 dólares, está armado en capas – tantas como se desee-, es de consistencia suave y tersa como si de terciopelo se tratase. Su color rojo intenso casi amaderado y, por supuesto, la metafórica “cereza del pastel”la ofrece el betún que combina la acidez del queso crema y la suavidad del queso mascarpone, que se unen a la dulzura de la vainilla para crear un pastel de un dramático contraste: desde el rojo pasional hasta el blanco de la pureza.
La historia más conocida nos indica que en realidad el famoso Red Velvet Cake se creó en el Hotel Waldorf- Astoria, en la ciudad de Nueva York.
OTRAS VERSIONES
Dicen que surgió en el sureste estadounidense, en el llamado Deep South. Otra que en realidad es originario de Canadá y que se creó en las tiendas departamentales Eaton de aquel país, donde aparentemente Lady Eaton, su dueña, lo inventó.
INGREDIENTES:
MANTEQUILLA 1/2 taza de esta a temperatura ambiente
COCOA EN POLVO 3 cdas
2 HUEVOS
VAINILLA 2 cdas
AZÚCAR 1 1/2 tazas
SAL 1/2 cdta
BICARBINATO DE SODIO Y POLVO PARA HORNEAR 1 cda
COLORANTE PARA ALIMENTOS ROJO 2 cdas
LECHE 1 taza
VINAGRE 1 cda
QUESO CREMA 1 taza a temperatura ambiente
QUESO MASCARPONE 1 tza
HARINA CERNIDA 2 1/2 tazas
PREPARACIÓN:
PARA EL BIZCOCHO
- Precaliente el horno a 170 °C. Aparte, engrasa y enharina dos moldes para pastel de 22 centímetros de diámetro.
- En un recipiente, coloca los ingredientes secos, mezclar y apartar. En otro recipiente, bate la leche junto con el colorante, el vinagre y la vainilla. Con la ayuda de una batidora, agrega a la mezcla anterior los huevos y finalmente incorpora poco a poco la mezcla de ingredientes secos. Bate hasta lograr una mezcla homogénea y sin grumos.
- Divide la mezcla en partes iguales y vierte en los moldes de pastel. Hornea durante 30 minutos, aproximadamente, o hasta que al meter un palillo en el centro del pastel, éste salga seco. Una vez horneados ambos pasteles, deja enfriar sobre una rejilla y desmolda.
PARA EL RELLENO Y COBERTURA
- En un recipiente mediano, acrema el queso crema hasta que esté suave; incorpora
poco a poco la mantequilla y el azúcar glass hasta obtener la textura de un betún. - Incorpora el queso mascarpone a la mezcla anterior, hasta que la preparación este cremosa y tersa.
PARA ARMAR EL PASTEL
- En un plato o superficie plana coloca uno de los pasteles y con la ayuda de un cuchillo sierra, corta cada uno a la mitad, a lo ancho. Deberás obtener cuatro discos de bizcocho.
- En una base de pastel, coloca una base de bizcocho y cubre con suficiente betún; ahora, coloca un segundo bizcocho y cubre de nuevo. Repite este procedimiento hasta obtener un pastel de 3 o 4 capas.
- Termina forrando el pastel con el reste del betún y adorna la capa superior espolvoreando los cristales rojos, o bien, la morona de bizcocho sobrante.