Texto: Eduardo Aguilar.
Fotos: Alejandro Rodríguez.
Se realizó la Olimpiada Municipal de Ajedrez, el miércoles 6 de noviembre organizado por el Municipio a través de la Dirección de deportes en la Universidad La Salle Saltillo, siendo el equipo de “construajedrez”, el responsable técnico.
El torneo además de promover la práctica del ajedrez también ha sido un excelente foro para identificar a los talentos de nuestra ciudad tanto de instituciones públicas como privadas.
Hay mucho que contar de esta Olimpiada, como que ha sido posiblemente el evento donde más Instituciones educativas han concurrido, cuarenta, el primero que se ha tenido con categorías SUB 08 hasta SUB 20, seguramente uno de los más numerosos realizados en la ciudad, con 248 participantes, el primero en su tipo válido para rating nacional por lo cual todos los participantes usaron ajedrez de torneo y reloj de ajedrez.
También podemos resaltar la mirada de las instancias de gobierno hacia un deporte que se considera minoritario, que con este evento ha demostrado todo lo contrario, que Saltillo es una ciudad inteligente que aprecia y valora el pensamiento, que los altos índices de desarrollo humano de nuestra ciudad, comparados con el resto del país, se refleja en la práctica masiva de un deporte que pareciera solo estar reservado para las potencias económicas mundiales.
Hay que hablar del reconocimiento de los participantes al profesionalismo de la organización y la petición de que se siga teniendo continuidad en estos eventos masivos.
Y como evitar registrar celebres triunfos como la de nuestra campeona nacional, Génesis Alejandra Martínez Mares quien se impuso con toda contundencia en la categoría SUB 16, al ganar la medalla de oro absoluta y femenil.
De las niñas de la escuela Pública Federico Berrueto que hicieron el 1, 2, 3 en la SUB 08 femenil, con Ángela Michel Ponce de Hoyos a la cabeza, de las seis medallas que obtuvieron los cuatro hermanos Farías Gaytán, Del dominio del medallero de la Universidad Autónoma de Coahuila con cuatro medallas de oro, una plata y un bronce.
Pero tal vez lo que más podamos recordar de este evento, es la concentración, el esfuerzo puesta en cada partida pero sobre todo la alegría en los rostros de los competidores y comprobar unas vez más lo que decía el Dr. Siegbert Tarrasch.
El Ajedrez, como el amor, como la música, tiene la virtud de hacer feliz al hombre.