Por: Nidia Martínez de León.
Fotos: Luis castrejón.
Proyectos en Nueva York, bandas de punk y hardcore, Javier Barquet triunfa en la escena de Brooklyn y sus alrededores.
Hace casi 20 años surgió en Saltillo una banda llamada Spunkja. Formada por un grupo de amigos que querían hacer happy punk, la agrupación se convirtió en un referente que hasta el día de hoy se recuerda con mucho cariño. Uno de sus integrantes, Javier Barquet, se aventuró años después a mudarse a Nueva York, específicamente al barrio de Brooklyn, y en la búsqueda de nuevos proyectos lanzó “Chango” junto a Tony Bojorquez. “Chango” se describe como “psychodelic smoothie for your ears”, algo así como un “batido psicodélico para tus oídos”. Se trata de una banda de punk “sin banda”, en la que se sintetiza todo en una caja, en donde dos personas (Barquet y Bojorquez) se enfundan con máscaras de luchador porque les daba vergüenza tocar en el metro de NY.
Entre carcajadas y recuerdos, Barquet asegura que antes de Chango, la primera banda en se rio que tuvo fue Spunkja. “Eso me prendió un fuego adentro, fue como en el 2000 y era punk de niños bien (risas), pero” Chango” es el metro, es la desesperación de no tener trabajo y de querer tocar donde fuera. Tony Bojorquez tiene la culpa de que yo me fuera a NY, lo conocí en Saltillo, me mandó un mensaje de ‘vente para acá’, me fui y ya nunca regresé, ya va para diez años”. Ahora, Tony, que ha sido el punto de encaje para los proyectos de Barquet, está en San Carlos, Sonora, vive como pescador y toca en restaurantes. “Cotorrea en la playa, por eso yo me aviento shows de Chango solo”.
Sonriente durante toda la entrevista y tomándose su café, “el Barqui”, como le dicen, contó que adentrarse al metro de NY fue una experiencia que, sin duda, le abrió muchas puertas. “Nos sentíamos bien tontos y como soy fan de la lucha libre nos pusimos las máscaras y fuga… inmediatamente eso atrajo a la gente, o sea de manera visual, y todos decían ‘¿estos pin… locos qué?’, pero vinieron un montón de cosas, he tocado en pasarelas de moda, festivales, ¡wow!, he hecho cosas increíbles con Chango porque se adapta a lo que sea. Podemos hacerlo bien suave o bien ruidoso, hasta en bodas, fiestas swingers, ¡no sé!”.
Pero no todo es “Chango”. Barquet visitó México recientemente con la gira de Necrotic Society. “Es mi banda de hardcore en NY, una banda súper activa, tenemos juntos tres años y ya hacemos infinidad de shows, nos ha tocado estar junto a Bad Brains y The FUs, son nombres de la música punk que yo crecí escuchando y que ahora me toca compartir escenario con ellos”. Así, Necrotic Society pisó escenarios de Monterrey, Saltillo, Guadalajara y Ciudad de México. Luego comenzó el Tour Viejos Feos, en donde “Chango” participó. “Fueron 12 shows en tres semanas, ha estado bien chido, y hace seis meses traje a Superdeaf, otra banda con la que me he estado involucrando. Tenemos video nuevo y estamos grabando disco con Pedrito Criollo, vocal de Gogol Bordello”.
‘Donde sea que nos dejen tocar’
Según Barquet, Necrotic Society es una banda bien bonita porque está en contra de las fronteras y el racismo, y se habla de los problemas reales que están sucediendo en la actualidad. Algo que caracteriza al grupo es el PMA, “positive mental attitude”. “Tenemos una voz de expresión, estamos a favor del aborto, es tu cuerpo y tú decides, y en la banda están involucradas mujeres en la escena del rock, algo que nos ha abierto puertas en todos lados porque ¡las muchachas rockean!, traen todo el rollo, y ahorita el movimiento feminista va para arriba y eso llama mucho la atención, aparte somos muy activos, vamos, tocamos y gastamos dinero, pagamos vuelos, lo que sea necesario para hacer un show”.
Además de Javier Barquet en el bajo, Necrotic Society está conformada por Alex Sabattini en la guitarra, Courtney Chadwell como vocal y Jennifer de Mars en la batería. “La música la hace Alex, es italiano, viene con toda la idea y trabajamos todos en el estudio, las letras generalmente las escriben la vocalista y la baterista, nos juntamos una vez por semana para ensayar, además del tiempo que nos vemos en las tocadas, así que se crea una hermandad, y en esto pasa que hay gente a la que no le gusta gastar, entonces se quedan los adecuados, ahorita tengo un equipo en balance, y las mujeres guardan el dinero, no se lo gastan (risas), y siempre hay dinero para hacer las cosas porque ellas lo administran, si me dan el dinero a mí, yo me lo tomo (risas)”.
En ese sentido, Necrotic Society se auto califica como una banda política-feminista, la que quiere tocar “en donde sea que nos dejen”, y que tiene sus raíces Straight Edge, el movimiento que surgió en la década de los 80 que dicta que no es necesario consumir drogas o alcohol para divertirse, “por eso nos toca compartir escenario con bandas originales de ese movimiento, en lugares legendarios que todavía existen”. En cuanto a la comunidad de músicos en NY, Barquet dijo que todos se conocen. “¿Sabes? A nuestros shows nos gusta llegar temprano para conocer a las otras bandas y convivir con todos, no importa si tocamos al principio o al final, es un apoyo que tenemos todos, la mayoría de la banda es así, dicen que NY es muy grande pero en realidad es pequeño y toda la gente ahí somos los mismos, una vez que estás en esto te vas encontrando con la gente adecuada, se te van abriendo puertas y sigues trabajando y trabajando”.
Precisamente eso fue lo que llevó a Barquet a Superdeaf. Lo invitaron a una audición, pasó y ahí continúa, toca junto a Leo Minimum Tek y Cristøbal Miranda, el primero un músico que ha colaborado con Calle 13 y ha realizado tours a nivel mundial, “¡Es un músico wow, y ahora somos carnales!”, mencionó con emoción. El siguiente músico es el baterista de Escarioka, “una banda inmigrante de NY que ya tiene más de 10 años tocando allá, le ha abierto a los Fabulosos Cadillacs, a Skape…”
Nostalgia llamada saltillo
Antes de finalizar la entrevista, se le preguntó Barquet sobre su familia. ¿Qué te dicen en casa?, y sin titubear respondió: “Siempre he tenido el apoyo de los seres queridos, he estado haciendo música por más de 20 años y no es nada nuevo para ellos, es normal. Mi mamá se enoja porque nunca estoy, nada más llego, piso y vámonos. ‘El Cometa’ me dice, pero están bien contentos. Tengo una esposa increíble, una mujer que piensa que es bien cool lo que estoy haciendo. A veces pareciera que no tiene sentido porque gastas mucho, pero es parte del show, es lo que nos hace felices”.
Sobre la escena del rock en Saltillo, Barqui dijo que con Necrotic Society le había ido muy bien. “A mí me encanta venir a Saltillo porque además de que es mi ciudad, veo a mis amigos y a mi mamá, la banda siempre responde bien chido, y me gusta traer proyectos como Bulbo Project. “Es música que está ¡wow!, con músicos de calibre mundial, el arreglista toca con la Sinfónica de Yucatán, así que todos vamos sobre el mismo camino, el chiste es trabajar”.
Ahora Javier Barquet tiene la oportunidad de tocar en lugares legendarios de NY. “Fíjate que a mí la vida me ha tratado bien bonito, la neta, nunca pensé en irme, es una decisión que tomé de último momento, como siempre (risas), vencí mi visa, vencí mis papeles y me quedé como ilegal seis años, y a mí me gusta estar trabajando, que mi mente está ocupada, es muy raro que esté de ocioso, y eso me mantuvo la cabeza fría, es duro porque sueñas que alguien se murió y tienes que regresar, tenía pesadillas que amanecía en Saltillo y decía ‘cómo me voy a regresar’, pero todo se acomodó, yo nunca he dudado en nada, las decisiones están hechas y se hace. Ya soy ciudadano americano, pasé mi examen, ya todo en orden y ahora esto me permite viajar y poder ir a todos lados. Nunca me he metido en problemas, somos muchachos raros y locochones, pero somos buenos muchachos, nunca nos andamos pasando con nadie, entonces gracias a Dios nunca he tenido problemas”.