La importancia de formar una empresa mexicana con presencia en el extranjero
FOTOS CORTESÍA
José De Nigris Felán venció las adversidades de la crisis económica del 2009 y se convirtió en responsable de la operación en Estados Unidos, Luxemburgo y Alemania de la empresa Katcon.
Nació en Monclova, pero creció en Saltillo desde que tenía un año. Sus estudios lo alejaron de la ciudad desde 1991 y luego su profesión lo llevó a la Ciudad de México, y Monterrey. Desde 2009 radica en Auburn Hills, Michigan, cerca de Detroit.
“Cuando llegamos a Detroit la industria automotriz estaba en una de sus peores crisis y era impactante ver las autopistas sin tráfico y los letreros de “se vende” y “se renta” que parecían plaga.
“Los conocidos se preguntaban cómo una empresa 100 por ciento mexicana y operada por mexicanos había sido tan aventada de venir a invertir a Estados Unidos en medio de una crisis tan aguda”, recordó De Nigris Felán.
En Katcon, una empresa de autopartes, De Nigris Felán también es responsable de ingeniería y ventas y participa en proyectos con equipos de Estados Unidos, Canadá, Polonia, Francia, Luxemburgo, Turquía, Holanda, Bélgica, Alemania, China, Corea, India y México.
Esta diversidad cultural le ha permitido enriquecerse y entender cómo las diferentes naciones pueden unirse para crear un mismo producto.
“Tal vez se nos hace muy normal, pero salimos a la calle y vemos carros circulando y así como vemos aviones volar rara vez nos preguntamos lo que implica.
“Hacer un carro es un verdadero milagro, que un carro con tantas piezas, donde tanta gente de diferentes culturas y perfiles participa, y sale una máquina que es casi perfecta, eso me sorprende mucho”, expresó.
A lo largo de 20 años ha contribuido al crecimiento de Katcon, que se ha expandido internacionalmente con plantas, centros de investigación y tecnología. Esos logros en equipo se han vuelto un motivo de orgullo.
“Podemos sentirnos orgullosos no solamente de los logros de la empresa, sino de ser una empresa mexicana, manejada por mexicanos que operan no solamente en México, sino en muchos países”, afirmó.
Sin embargo, vivir lejos de México ha sido difícil para De Nigris y su familia por las diferencias culturales.
Aunque la gente del medio oeste se caracteriza por ser conservadora, los recibieron de manera amable y respetuosa.
El principal choque cultural, señaló, es la ausencia de cercas entre casas, el orden cuando un semáforo se descompone, el respeto a la autoridad y el imperio de la ley en una ciudad que tiene cierta fama de violenta o insegura.
No tiene planes a corto plazo en México, pero tampoco esperaba irse en 2009. Desea volver, cuando su trabajo se lo permita.
Más de Detroit
En 1950 fue la ciudad más rica del mundo. Es una península rodeada de los Grandes Lagos, entre ellos el lago Michigan y el lago Hurón. Ofrece actividades al aire libre: pesca, cacería y ciclismo.
Se encuentra en la frontera y un río lo separa de la ciudad de Windsor, Canadá. Cuenta con destinos para esquiar a tres horas hacia el norte.
Es una ciudad muy fría, pues puede haber nevadas desde finales de octubre hasta principios de mayo.
“A donde quiera que voy me siento saltillense, coahuilense, mexicano y muy orgulloso de mis raíces, muy orgulloso de mi ciudad, de mi pasado y constantemente me siento también un promotor de no sólo Saltillo también del país en general. Cada vez que un extranjero en diferentes países me pregunta a mi me gusta platicar todo lo bueno que tenemos en México, desde la gente, pues nadie trabaja tan fuerte y tan dedicadamente como los mexicanos”, José De Nigris.
José De Nigris Felán
Estudios en Saltillo: Instituto Cumbres y en el Instituto Tecnológico de Monterrey campus Saltillo.
Licenciatura en Economía y Maestría en Negocios.
Maestros que marcaron su vida: Silvia Porras, Rebeca Hinojosa y Carlos Gutiérrez.
¿Cuándo te fuiste de la ciudad?
En 1991.
¿Dónde vives actualmente?
En Auburn Hills, Michigan, cerca de Detroit.
¿Qué es lo que más extrañas de Saltillo?
La familia y a los amigos. Mi mamá vive en Saltillo y tengo tíos y primos, así como muchos amigos de toda la vida que cada vez que los vuelvo a ver me hacen sentir como si nunca me hubiera ido.
Anécdota de Saltillo que ponga una sonrisa en tu cara: Cuando tenía 10 años acompañaba a mi papá y a mi abuelo a un rancho entre San Rafael y San Roberto, en Galeana, Nuevo León. Regresábamos de noche y había un puente elevado en la carretera donde se podía ver todo Saltillo iluminado. Yo sentía que era la mejor ciudad del mundo y pensaba que ninguna otra se podía ver tan bonita de noche.
¿Qué es lo que más añoras de comida de Saltillo?
La pasta de mi mamá y unas puntas de filete al albañil que hacían en el Campestre.
¿Qué le agradeces a Saltillo?
Los amigos que me ha dado. De algunos de ellos tengo memorias de hace 40 años y todavía los veo, recibo en mi casa o viajo con ellos como si nunca me hubiera ido.
Comida favorita: italiana cuando vivía en México, mexicana desde que estoy fuera.
Bebida favorita: tequila
Lugar favorito para comer: me gusta un restaurante italiano que se llama Silver Spoon
Lugar turístico que recomiendes: Detroit es básicamente una península rodeada de lagos. A quien le gusta la naturaleza tiene mucho que hacer aquí y en invierno hay destinos de esquí a tres horas al norte.
