El receptor saltillense, hijo de una leyenda de los Saraperos, se mantiene vigente en los Estados Unidos, luchando por alcanzar el debut en Grandes Ligas ahora con la organización de los Marlins de Miami.
POR CARLOS R. VERÁSTEGUI / NIDIA MARTÍNEZ
FOTOS LUIS MELÉNDEZ
Los diamantes formaron parte de su vida, pero atrás del plato fue donde Santiago Chávez Treviño encontró su lugar y el camino que hoy lo ha llevado a la antesala de las Grandes Ligas, un sueño que se mantiene vigente en el cátcher saltillense, quien pertenece a la organización de los Marlins de Miami.
De familia 100 por ciento beisbolera, Santiago Chávez siempre vivió el rey de los deportes en su día a día. De la mano de su papá, Guadalupe Chávez, la primera contratación de los Saraperos de Saltillo en 1970, además de sus tíos paternos, jugadores de Liga Mexicana, así como sus tíos maternos, quienes llegaron a las Grandes Ligas; Chago fue conociendo el juego hasta enamorarse completamente de él.
“En mi casa siempre había guantes y pelotas de beisbol, y me gustaba entrenarlo con mi papá”, recordó.
“Como a los ocho años, más o menos, fue que quise entrar a un equipo de beisbol y ahí fue donde empezó el amor por este deporte. En esas fechas mi papá era coach de equipos profesionales, entonces yo siempre estaba en ese ambiente. A veces viajaba con él y entrenaba antes de que el equipo entrenara. Me gustó. Desde esa fecha siempre quise ser jugador de beisbol profesional”.
Aunque la posición de parador en corto, la misma que cubrió su papá con los Saraperos de Saltillo, era la que más lo llamaba, sus habilidades detrás del home plate destacaron desde el principio.
Durante su infancia, en los campos saltillenses junto a los Saraperitos, podía verse el manejo de juego que posee Chago, además de sus grandes cualidades defensivas y un potente brazo.
“Es una posición con mucha responsabilidad. Hay muchas cosas detrás de ella, como es el estudio del juego, el preparar una estrategia junto con el lanzador para enfrentar al equipo contrario, al igual que los golpes que van incluidos con el juego. He tenido muchos buenos instructores con diferentes ideas que me han ayudado mucho a mejorar y a prepararme”, señaló.
Esa constancia y dedicación rindieron frutos y con solo 16 años fue firmado con los Atléticos de Oakland, el 16 de noviembre de 2011, como agente libre no drafteado; un año más tarde, debutó como profesional.
Desde entonces, Santiago Chávez se ha mantenido en los Estados Unidos trabajando en su desarrollo, y lo combina con actividad durante el invierno dentro de la Liga Mexicana del Pacífico con los Charros de Jalisco. Ese mismo empeño le ha permitido seguir vigente en organizaciones de la MLB y hoy son los Marlins de Miami con quienes tiene una nueva opción.
“He estado muy cerca, aun no se ha presentado la oportunidad, pero yo sigo con la meta, el sueño de jugar en las Grandes Ligas”, confiesa.
Miami significó un gran cambio después de siete años con Oakland, comenzar de cero, pero el reto ha sido tomado por Santiago, y el arropamiento de coaches y compañeros ha sido caluroso y de mucha ayuda para su adaptación.
Santiago continúa disfrutando de las satisfacciones que el beisbol le brinda en su vida, “estoy haciendo lo que me gusta, jugar, convivir con mis compañeros; sinceramente no se siente como trabajo”, señaló. Aunque también resaltó las dificultades que la nueva normalidad trajo al deporte profesional, como vivir rutinas que solo incluyen traslados del hotel al campo de entrenamiento o terreno de juego y viceversa. Sin embargo, comienzan a recobrar algo de ‘libertad’ con actividades de bajo riesgo.
Aunque su objetivo es mantenerse en los Estados Unidos luchando por dar el salto a Grandes Ligas, y en eso se enfoca al 100 por ciento en estos momentos, Santiago no descarta algún día enfundarse en el uniforme de los Saraperos de Saltillo, “eso es algo que siempre he querido desde pequeño”.
Para él, sería un orgullo defender los colores con los que su padre, don Lupe Chávez, se cubrió de gloria, ganándose el respeto de la afición y el reconocimiento como leyenda del club, siendo homenajeado con el retiro de su número 15.
“La verdad es un orgullo ver el número retirado de mi papá, porque es gracias a su trayectoria y se lo ganó”, sentenció.
Santiago Chávez Treviño
Lo que más te gusta de Saltillo: que mi familia y amigos cercanos están ahí.
Lo que más extrañas de Saltillo: mi familia y la comida.
Jugador favorito: Yadier Molina.
Mejor recuerdo con los Charros de Jalisco: el campeonato en la Temporada 2018-2019 y mi debut en la Temporada 2016-2017.
Música para entrenar: Reggaetón, Rap/Hip hop.
Lugar preferido para vacacionar: la playa.
Tus marcas favoritas: en el guante, me gusta Rawlings; en equipo de catcher, All Star, Bats Chandler y Marucci.
Conócelo
Lugar de nacimiento: Saltillo, Coahuila
Fecha de nacimiento: 25 de agosto de 1995
Edad: 25 años
Estatus: Activo
Organización: Marlins de Miami
Equipo: Jumbo Shrimp de Jacksonville (Triple A)
Posición: Catcher
Batea: Derecho
Lanza: Derecho
Con el beisbol en la sangre
Su padre, Guadalupe Chávez, fue la primera contratación de los Saraperos de Saltillo en 1970; el short stop forjó una gran carrera con los Dragones del Norte y su número fue retirado para honrarlo. Más tarde fue coach del equipo.
Sus tíos, Carlos ‘Bobby’ Treviño Castro y Alex Treviño Castro, jugaron en las Grandes Ligas, pasos que ‘Chago’ busca seguir y está a punto de lograr.