Para cada uno, la vida es de muchas formas, para nuestros padres, nuestros hermanos, primos y amigos; no importa si vivimos en la misma casa o si vamos a la misma escuela, cada uno vive y construye su propia historia.
Me encantan las historias, pues son sinónimo de experiencias, aprendizajes y momentos, pero sobretodo porque ahí somos los verdaderos protagonistas y no hay forma de que nada ni nadie nos quite la oportunidad de brillar.
¿Cómo es tu historia?, ¿cómo inició?, ¿cómo fueron tus primeros años de vida?, ¿te gusta contarla?, ¿ha sido emocionante?, ¿te gustaría cambiarla?
En la vida hay momentos en donde podemos elegir, hacernos preguntas como si fuéramos periodistas, cuestionarnos a nosotros mismos y así saber si lo que estamos viviendo es lo que en verdad queremos, obviamente con lo que está en nuestras manos cambiar y mejorar.
¿Qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde? Cuestionamientos básicos para andar el camino, para elegir otro rumbo o seguir en el mismo.
En lo personal me gusta mi historia, está llena de alegría, de felicidad, de errores, de lágrimas, de risas, de tristezas, dudas y sentimientos; nada perfecta, excepto mis personajes cercanos que alimentan y le dan sentido a todo.
Sin ser ellos perfectos, su vida ha hecho que la mía encaje, se nutra y evolucione; gracias a Dios son muchos, unos más especiales que otros, sin embargo todos han contribuido a lo mismo; que mi relato sea más interesante y que pueda alimentarse de otras ideas, pensamientos y formas de ser.
En cada capítulo de mi vida aparecen nuevas figuras claves, cada una con un propósito, algunos impactan con algo positivo, para muchos otros su misión es otra y está bien.
En mi libro mental, en el que voy escribiendo, subrayando y contando quien soy existe una persona muy especial que me ha ayudado a edificar mi vida , al principio como si fuéramos una misma ,sin embargo al ir creciendo y cada una elegir nuestros caminos, me he dado cuenta de que los capítulos son necesarios tanto en los cuentos como en la vida , que los puntos y aparte y los puntos suspensivos son también indispensables, y que hay personas que, a pesar de que surjan nuevos comienzos, se incluyan otros personajes, o se vivan otros tiempos, con ellos nunca se pondrá un punto final; pues no se irán de mi lado.
Así que de todo corazón, deseo que la nueva historia que ella hoy comienza a escribir esté llena de aventuras, de amor, de alegría, de plena felicidad, de estabilidad y que cuando voltee y tome el lápiz para trazar su ruta, sepa que yo estaré feliz de seguir acompañándola, como siempre ha sido.
Cuida, honra, agradece cada parte de ti, de lo que has construido, de lo que eres, pero también hazlo con esos grandes actores de reparto porque sin ellos, la historia no es lo misma.