La nutrióloga deportiva vive en Australia desde 2016 y se ha dedicado a promover los beneficios del ejercicio y la alimentación balanceada.
FOTOS CORTESÍA
Laura Gabriela Villa Carrillo salió de Saltillo en 2008 para estudiar su carrera en Monterrey, Nuevo León. En febrero de 2016 se mudó a Perth, Australia y desde allí ayuda a atletas de todas partes del mundo a lograr mejores resultados.
El deporte siempre ha formado parte de su vida y desde chica supo que quería una profesión relacionada con él. Pensaba en ser entrenadora, pero al conocer el programa de estudios de la Licenciatura en Nutrición y Bienestar Integral del Tecnológico de Monterrey se convenció de ser nutrióloga con enfoque en el deporte.
Estuvo en el Instituto del Deporte de Nuevo León durante tres años y medio, allí tuvo la oportunidad de acompañar a atletas de canotaje y remo a diferentes Olimpiadas Nacionales.
En 2016, dejó México para cursar una Maestría en Ejercicio y Salud en la Universidad de Australia Occidental. Tras graduarse, obtuvo una plaza en un programa de egresados que le permitió entrar al Departamento de Salud del Estado.
“Es un programa muy competido en donde seleccionan a ocho de entre más de 300 aplicantes. El programa tiene una duración de un año. De ahí me ofrecieron un trabajo en otra área del departamento, donde trabajé por otros dos años y medio”, contó.
Gaby vive en Perth con su prometido, Aaron, y su perro, Clark. De su ciudad le gustan los múltiples espacios bonitos y seguros para andar en bicicleta; sus paseos tienen vistas hermosas junto a la playa o al río que la divide. Un choque cultural fue descubrir que la gente es más reservada a comparación de México, las familias no se frecuentan tanto y las reuniones son cortas.
Actualmente, se desempeña como nutrióloga deportiva y es fundadora de IntensEATfit. Se especializa en optimizar el rendimiento de triatletas y corredores utilizando la comida como su mejor aliada. Gracias a la tecnología ha podido trabajar con deportistas de Nueva Zelanda, España, Estados Unidos y México.
Retomar su práctica privada, la cual puso en pausa al mudarse a Australia, ha sido su mayor reto profesional. No estaba en sus planes hacerlo sin tener la reputación y conexiones que ya había formado en México; sin embargo, tuvo una respuesta favorable. “Me he ganado la confianza de la gente, empiezan a reconocerme como la nutrióloga especialista en triatlón y mi consulta continúa creciendo”, señaló.
Su satisfacción más grande es formar parte del camino de los deportistas hacia lograr su óptimo rendimiento. Mientras estuvo en el Instituto del Deporte de Nuevo León, “todos en el equipo de apoyo científico conformado por nutriólogos, psicólogos, fisioterapeutas y doctores celebrábamos muy orgullosos cada medalla. Es realmente enriquecedor el ver a un atleta completar su ciclo de preparación con un resultado exitoso y saber que tu trabajo y apoyo fueron parte de ese proceso”, explicó.
Gaby afirma que la actividad física y la nutrición son dos herramientas muy poderosas para apoyar el estado físico y emocional, así como la calidad de vida. “Me he dedicado a promover los beneficios que van mucho más allá de los cambios en la apariencia y a ayudar a las personas a descubrir que, con el propósito adecuado, el ejercicio y alimentación balanceada pueden ser muy gratificantes”.
Para algunas es un desafío realizar cambios como aumentar la ingesta de vegetales o los niveles de actividad, pues no tienen acceso a productos frescos o vecindarios seguros. Por ello, su misión es contribuir a un mundo empático que permita y promueva un estilo de vida saludable y activo para todos.
Recomienda a las nuevas generaciones mantenerse curiosos, abiertos al cambio y dispuestos a conocer diferentes maneras de pensar y vivir. Si tienen el privilegio de estudiar y viajar, que aprovechen y se empapen de conocimientos, cultura y experiencia.
“Veo la importancia de la preparación como algo que va mucho más allá de conseguir un buen trabajo. Es darse la oportunidad de indagar sobre diferentes temas, buscar formas de solucionar los problemas globales y formar un criterio que permita tener una mente abierta, empática y curiosa”.
De no haber salido de Saltillo, su vida hubiera sido diferente, pero está segura de que también habría sido muy feliz: apoyaría a su hermano en el gimnasio familiar o tendría uno propio, seguiría siendo triatleta y usaría las rodadas como salidas sociales.
Por la pandemia, le es difícil predecir su futuro. Es probable que permanezca un par de años más en el extranjero y definitivamente visitará Saltillo tan pronto pueda.
Así vivió la pandemia
El gobierno desde un principio cerró las fronteras internacionales y estableció protocolos para viajar, esto hizo que los casos fueran pocos. “Particularmente en el estado donde vivo hemos sido muy afortunados y, dejando a un lado el no poder viajar fuera del estado o del país, el estilo de vida ha sido prácticamente muy similar al previo a la pandemia”, afirmó.
Al detonar la crisis, aún estaba en el Departamento de Salud del Estado; durante esos primeros meses elaboraron recursos para mantener informada a la población y pusieron en pausa varios proyectos.
“Pienso que, de forma indirecta, la pandemia influyó en mi decisión de retomar la práctica privada como nutrióloga y eventualmente dedicarme a esta de tiempo completo”, señaló.
En el aspecto familiar, no le ha sido posible ver a su familia, pues no tiene permitido salir del país. Además, Gaby y Aaron tuvieron que poner en pausa sus planes de boda en México.
El mayor reto ha sido la incertidumbre. Al principio pensaron que en cuestión de meses regresarían a la normalidad; sin embargo, aún no saben con certeza cuándo les será posible ir a México.
Esta situación le ha hecho reevaluar sus prioridades. A inicios del 2020, veía con mucha ilusión sus planes de boda pensando en su vestido, decoraciones y otros elementos superficiales; hoy lo que añora es visitar y abrazar a sus padres y hermanos.
“Me ayudó a reflexionar sobre mi vida laboral y la importancia de seguir aquello que hace a tu corazón latir más fuerte. Estoy muy agradecida por el privilegio de poder tomar este tipo de decisiones y contar con personas dispuestas a apoyarme para ponerlas en marcha”.
“Mi misión es contribuir a un mundo empático que permite y promueve un estilo de vida saludable y activo para todos”.
Estudios en Saltillo: estudié la primaria y secundaria en el Liceo Alberto del Canto y la preparatoria en Prepa Tec.
Año en que te fuiste de la ciudad: me mudé a Monterrey, Nuevo León en agosto de 2008, para estudiar mi licenciatura en nutrición.
¿Qué es lo que más extrañas de Saltillo?
Extraño salir a caminar con mi mamá un sábado por la tarde curioseando en las tiendas de la calle Victoria, las carreras del domingo con mi papá esperando en la meta, y la sobremesa de cada domingo por la tarde, platicando con los primos y tíos. En fin, extraño a mi gente. Siempre he sido muy cercana a mi familia y el no poder verlos con tanta frecuencia ha sido difícil.
¿Qué es lo que más añoras de comida de Saltillo?
¡Uf! ¿Por dónde empiezo? Un corte asado del Mesón Principal, nieve de mango y melón de la nieve Ramos, una chorreada del Pan Mena, un chamuco de La Crema, los tamales de mi tía Silvia, la carne asada de mi papá y todos los platillos exquisitos que prepara mi hermano, el chef Rodrigo Villa.
Anécdota de Saltillo que pone una sonrisa en tu cara: recuerdo que por un tiempo mi hermano y yo estuvimos corriendo en la Ciudad Deportiva, teníamos posiblemente entre 8 y 10 años. La recompensa al final era deslizarse en los resbaladeros con su respectivo cartón o bote de plástico, por supuesto. Eran días muy divertidos y no nos íbamos hasta que terminábamos de darle la vuelta a todos los resbaladeros varias veces. Cada vez que pienso en esos resbaladeros y los atardeceres cerca del lago me es difícil no poner una sonrisa en mi cara y pensar en lo importante de apreciar las cosas sencillas de la vida.
¿Qué le agradeces a Saltillo?
Agradezco la oportunidad de haber crecido y vivido en una ciudad tan rica en historia y una cultura de trabajo como lo es Saltillo. Haber crecido dentro de una familia con una cultura de emprendimiento y servicio a la comunidad me permite mantenerme fiel a mis raíces y los valores que me fueron inculcados. Son estas bases las que me dieron los cimientos firmes para desarrollarme profesionalmente y gozar de las oportunidades que me han llevado hasta donde estoy.
Comida: tamales, de pollo y delgaditos al estilo del norte, por supuesto.
Bebida: el capuchino al estilo australiano, el sabor del café es más concentrado, la leche no es espumosa y lleva chocolate en polvo encima. Es algo que disfruto prácticamente a diario.
Restaurante: hay mucha diversidad cultural, por lo que hay muy buenos restaurantes de comida india, italiana, griega y asiática. Mi restaurante favorito se llama Brika y es un lugar de comida griega.
Lugar turístico: la región conocida como South West, que se encuentra al sur de donde vivo, tiene muchos paisajes espectaculares cerca del océano, así como lugares muy bonitos para visitar, como Dunsborough y Margaret River.
Redes sociales
Instagram: @intenseatfit
Facebook: Intenseatfit by Gaby Villa
