“El año no trae nada nuevo en sí, pero si cambiamos de forma interna y tomamos decisiones correctas, viviremos un año completamente nuevo”
La llegada de un nuevo año nos trae emoción, ilusión, motivación y la idea de resetear el cuerpo, la mente y el corazón; sin embargo, la alegría por comenzar de nuevo no dura mucho tiempo, poco a poco vamos regresando a la monotonía de nuestros días y el espíritu de cambio y de mejora se va desvaneciendo. Así que, si queremos darle un “giro” a nuestra vida, debemos comenzar a actuar de distinta forma a la brevedad posible.
El 2022 es un año prometedor en todos los aspectos, un año en donde esperamos avances en el tema de la salud, la tecnología y en la economía, así que puede ser una muy buena oportunidad para apegarnos a lo nuevo, a reinventarnos y crear la vida que merecemos.
Para comenzar, es muy importante limpiar nuestro espacio, sacudir el polvo de los estantes, organizar la papelera, sustituir las cosas rotas, sacar lo que no usamos, quedarnos únicamente con aquello que necesitamos, que nos gusta, nos queda y nos hace sentir renovados, frescos, limpios y actuales.
También es importante ocuparnos de nuestra vida virtual, eliminando contactos, fotos, imágenes, videos, conversaciones, correos, mensajes que solo ocupan espacio en nuestro celular y nos restan energía. Salirnos de grupos en donde no participamos, que nos bombardean con información. Dejar de seguir cuentas que nos generan ansiedad, no nos aportan nada positivo y nos consumen mucho tiempo.
Reflexionar sobre nuestras relaciones de pareja, de amistad y con la familia.
Que no nos dé miedo cortar de raíz lazos que nos generan angustia, tristeza, rencor, miedo o algún sentimiento negativo.
Hacer una lista de las personas que nos aprecian, apreciamos y queremos tener cerca, frecuentarlos y que sean parte de nuestros días y generar una red de apoyo.
Desconectarnos para conectarnos. Sí, algo complicado en este momento cuando los trabajos, la escuela, las reuniones y demás se hacen en línea y a través del teléfono; pero, justo por eso, no dejar de realizar esas actividades que nos devuelven el significado de vivir sin ataduras: ir a pasear al parque, hojear el periódico, mirar a los ojos, escribir a mano, leer un libro, poner el café, abrazar a un amigo.
Cuidar más que nunca nuestra salud física y mental, darle prioridad a sanar heridas pasadas, dejar ir problemas que no tienen solución y soltar lo que no nos corresponde cargar.
Nutrirnos de conocimiento, leyendo, aprendiendo, investigando, ocupando nuestra mente y explotando todas nuestras habilidades, porque si queremos evolucionar junto al mundo, solo podremos hacerlo si vamos ligeritos, vibrando en positivo, con una mente clara, buenos pensamientos y la mejor de las actitudes.
¡Feliz Año Nuevo!