La parada obligada
El lunes 27 de diciembre encontré en mi cuenta de Netflix, en el carrete de sugerencias, la miniserie mexicana “Duda razonable” de Roberto Hernández, quien expone las fragilidades del sistema de justicia mexicano. La miniserie de cuatro capítulos -con origen en Macuspana, Tabasconos atrapa por completo en la historia de cuatro protagonistas que son señalados como secuestradores y, aunque para quienes vemos la miniserie desde el inicio la evidencia demuestra claramente que son inocentes, los laberintos jurídicos y vacíos legales los tienen con una pena inimaginable de años en la cárcel. No quisiera dar más información ni hacer un “spolier” de la misma, pero estoy convencida que todos los mexicanos estamos obligados a verla. Ya que confieso que cuando terminé de verla, no pude dormir pensando en cómo pudiera yo apoyar a los familiares de las víctimas.
La impotencia, el coraje, la rabia y la tristeza sobrepasan cualquier límite, ¿cómo es posible que se pueda llegar a considerar siquiera que una persona puede ser torturada y sentenciada injustamente sin pruebas y levantando falsos? El ser humano está en todo… menos en lo relevante. La injusticia nos debe llevar a la acción; ya sea para apoyar al afectado, a su familia o incluso para promover alguna moción legal que nos permita evitar este tipo de abusos.
Los vacíos del cuerpo jurídico mexicano son una película de terror aparte. Se han llevado a cabo algunas reformas que han otorgado celeridad a algunos procesos, pero lamentablemente por la presión de presentar “cifras” de ataque a la delincuencia y solo por cubrir agendas políticas es que hay muchos inocentes pagando deudas en cárceles de máxima seguridad y familias muriéndose de la impotencia, la rabia y la desesperación.
En su última conferencia de prensa del año, el 30 de diciembre de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador, al término, comentó a los presentes: Me tengo que ir. Un periodista alzó la voz insistentemente y el Presidente con prisa aceptó una última pregunta. Confieso que cuando el reportero se puso de pie y comenzó su inesperada pregunta mi piel se puso de gallina y mi corazón latió con mayor velocidad.
Señor Presidente, recientemente la plataforma Netflix publicó un documental que se titula: “Duda Razonable” y así continuó la explicación sobre el contenido y las múltiples injusticias que se transmiten en dicho documental y le planteó que, en su facultad de presidente, señale a la Suprema Corte de Justicia que atraiga el caso para emitir una sentencia que corrija las fallas del sistema de tal modo que beneficie a las víctimas y a toda la población mexicana.
El Presidente contestó: Estoy enterado, no he visto la serie, pero sí estoy enterado, porque me lo acaba de plantear la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, y ella me pidió que interviniéramos porque se considera una injusticia y propongo al secretario de gobernación, Adán Augusto López, para que me represente y que haya justicia. Como dijo un Santo: “La ley para el hombre, no el hombre para la ley”. Hay que ayudar –y se retiró, cerrando así su última conferencia de prensa del año.
Voy a repetir una frase que dije anteriormente: El ser humano está en todo… menos en lo relevante. A ver si ya vamos poniendo más atención a los asuntos de relevancia, que nos afectan a todos, y desarrollamos empatía, para encontrarnos como humanidad.
México es un país lleno de abundancia, donde vivimos y caminamos libremente a pesar de la pandemia, tenemos una naturaleza inigualable, con recursos ilimitados, con una gastronomía única; somos un pueblo unido cuando nos lo proponemos. Testificar una injusticia como la de “Duda razonable” es algo que nos debe incomodar y activar a todos los mexicanos.
Ver “Duda Razonable” es una parada obligada. No lo dudes y métele incomodidad a tu vida, porque por México, lo vale.
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