UN AÑO MÁS

Un año más.

Hoy, 18 de agosto, decidí dedicar esta columna a agradecer por lo que la vida me ha dado. Hoy es mi cumpleaños número 31. Agradecida por un año más de vida, agradecida porque todo lo que he soñado lo he logrado.

Hace 18 años, estaba en medio del desgarrador divorcio de mis padres; hoy, puedo ser testigo de la buena amistad entre ellos. Hace 15 años, llegaba a esta ciudad, un lugar completamente nuevo para mí y al cual tardé en acoplarme; hoy, puedo llamarlo mi hogar. Hace 13 años, tomaba la valentía de irme a un nuevo continente, completamente sola, en donde tuve la oportunidad de conocer nuevas culturas, países, ciudades y amistades que nunca olvidaré. Hace 11 años, cuando conocí a la persona que nunca pensé que se convertiría en mi compañero de vida. Hace 10 años, cuando elegí la carrera de Ciencias de la Comunicación, la cual me abrió tantas puertas y oportunidades para trabajar en lo que toda mi vida había soñado. Cumplí muchas de mis metas, como trabajar en la radio y la televisión, pero, a la vez, me llevó por un camino de aprendizaje: de aprender a ser fuerte por las malas, de prometerme nunca más dejar que nadie me hiciera sentir menos de lo que soy o que no soy suficiente. Hace cuatro años, al encontrar mi pasión por las redes sociales, de compartir una parte de mi vida a través de ellas y llegar a cientos de personas; al día de hoy, muchas de ellas siguen aquí. Hace tres años, cuando mi vida cambió por completo, dio un giro de 180 grados, pues mi sueño de ser madre se cumplió con la llegada de mi primera hija; a la vez, encontré el amor de ser la guía y el acompañamiento de todas aquellas madres para quienes la lactancia puede convertirse en una incertidumbre o un miedo. Hace un año, cuando me enteré de que a mi hermosa vida llegaría una personita más, para terminar de completarla y hacerla aún más increíble.

Y hoy, que estoy aquí, escribiendo para ustedes, para esta revista, cumpliendo una más de mis metas, compartiendo mis vivencias y experiencias como madre, esposa y mujer. Hoy agradezco a la vida por todo lo que ha llegado y también por todo lo que se ha ido, por enseñarme que no hay que preguntarnos siempre el “¿por qué?”, si no el “¿para qué?”, ya sea de lo que nos sucede o de quienes están. 

Hoy, a mis 31 años, he logrado todo y más de lo que algún día soñé. Gracias, vida. Gracias, Paulina, por crecer todo lo que haz crecido, por no rendirte, por siempre superarte, por ser quien eres, por amarte y cuidarte, por siempre dar todo el amor que puedes dar, por siempre querer aprender y por no quedarte callada ante las injusticias, por ser una gran madre, una buena hija y hermana, una amiga consciente y una esposa amorosa. ¡Feliz vuelta al mundo!, y por los años que nos toca seguir, cumpliendo más sueños y nuevas metas.

Paulina de la Torre

Mamá de dos, comunicologa y asesora de lactancia, amo escribir sobre como he llevado mi vida siendo mamá, consejos que me han servido, su magia y retos.