¿CUÁL ES EL MEJOR CHILE EN NOGADA? | Saltillo360

¿CUÁL ES EL MEJOR CHILE EN NOGADA?

¿Cuál es el mejor chile en nogada?

El siguiente chiste de deliciosa estirpe, pues… es mío, así de sencillo. Lo he pensado mucho y bien. Es decir, este tipo de tallas o chascarrillos (tengo hartos) los pienso y los deletreo en mis noches de insomnio (que son diarias). Como no quiero pensar cosas “serias” (qué pretencioso, bah), ni escuchar música buena, pues me dedico a divagar, hasta que llegue un poco de sueño. Sin más preámbulo, va mi chiste: llegan un par de muchachos esmirriados de carnes y cenizos a un restaurante. Varón y varona. Le dicen a la camarera: “señorita, no comemos lácteos, tampoco huevo, menos carne, imposible café, tampoco gluten, no bebemos alcohol… ¿qué nos recomienda pedir?” La camarera, en un segundo, les revira: “un taxi”. 

¿A poco no es bueno? ¿Quién inventó el colesterol, los triglicéridos, la diabetes, la panza descompuesta, la hipertensión, las toxinas? ¿Para qué preocuparse, si de todos modos nos vamos a morir? La vida se hizo para disfrutarse. Y uno de los mejores placeres de la vida es la comida. La gastronomía, los buenos vinos. La vida es muy corta para desperdiciarla en malas comidas, malos vinos y mala compañía. 

El sibarita Artemio de Valle Arizpe narra un cuentecillo de dudosa estirpe para alentar más la fábula y quimera de los chiles en nogada. Lo bien cierto es que la primera referencia hermenéutica de dicho manjar (“chiles rellenos en nogada”, así, tal cual) se encuentra en el “Nuevo Cocinero Mejicano en forma de diccionario”, editado en París en 1888 (para fortuna mía, tengo el facsimilar editado por Porrúa en 1992, una joya). Y la preparación aparece dentro del apartado de “Chiles rellenos”, página 253. 

¿Fueron las monjas agustinas del Convento de Santa Mónica quienes lo inventaron? ¿Fueron el trío de musas, señoritas de Puebla, las cuales esperaban con este manjar a sus prometidos, soldados del ejército insurgente, a quienes hace referencia el socarrón De Valle Arizpe? Lo cierto es que ahora dicho platillo es sabor a México y libertad. Es motivo literario y, entre nosotros, Laura Esquivel en su novela “Como agua para chocolate” lo deletrea así: “Los chiles en nogada no solo se veían muy bien, sino que realmente estaban deliciosos, nunca le habían quedado a Tita tan exquisitos. Los chiles lucían con orgullo los colores de la bandera: el verde de los chiles, el blanco de la nogada y el rojo de la granada…”

Al día de hoy, ya casi todos los restaurantes tienen en su menú los chiles en nogada. Deje usted lo que esté haciendo y vaya a probarlos.

Jesus R. Cedillo

Escritor y periodista saltillense. Ha publicado en los principales diarios y revistas de México. Ganador de siete premios de periodismo cultural de la UAdeC en diversos géneros periodísticos.