Nuestros hijos deben saber que un primer empleo no trata de tener un trabajo, sino de aprender a trabajar. No es cobrar el primer cheque, sino aprender a ser responsable con el dinero
No me hace muy feliz el tipo de niñez y adolescencia que estamos dando a las actuales generaciones. Por un lado, se les malcría en exceso en un intento de quitarnos la culpa por todo el tiempo que no estamos para ellos, y por el otro, les exigimos tanto que no les permitimos disfrutar las etapas de sus vidas.
Sin embargo, no podemos tapar el sol con un dedo. Son otras épocas y cuando las cosas cambian es inevitable que cambiemos también nosotros. Hoy día estar preparados es una primera necesidad, con una población mundial que supera los 7, 350 millones de personas, la diferencia está en qué tanto tienes para ofrecer en el mercado laboral. Un mercado laboral al que por cierto cada vez debemos ingresar más jóvenes.
El primer empleo entonces ya no es solo una actividad cualquiera que los padres imponen a los hijos para que no den lata en casa, para ocupar su tiempo libre o como un castigo por alguna travesura sin importancia, es la antesala hacía sus oportunidades laborales. Por increíble que parezca, ahora es necesario tener un primer empleo para aspirar a un primero empleo, porque la teoría ya no impresiona lo suficiente en un C.V.
¿Por qué debes buscarle a tu hijo un primer trabajo?
1. Para que descubra sus capacidades
Todos somos buenos para algo, no se trata de subestimar a nadie, mucho menos a nuestros hijos. Pero ponerle retos más allá de su dominio, puede hacerle sentir desconfianza en sí mismo. Empieza con algo simple, ya tendrá oportunidad de incrementar sus obligaciones.
2. Para darle utilidad a sus intereses
Hacer algo que no nos gusta puede convertirse rápidamente en un castigo. No permitas que trabajar se sienta como un castigo pues eso definirá completamente el hombre en el que se convertirá. El trabajo debe resultarle apasionante, divertido y enriquecedor.
3. Descubrir lo que se espera de él
Trabajar no es pasar solo un día tras otro en un lugar, sino que requiere de compromiso y habilidades. Es importante, para no salir desilusionado o terminar no dando “el ancho”, saber qué esperar y qué se espera de ti. Explicarle a tu hijo estos dos puntos es el primer paso para una buena relación.
4. Permitirle tiempo para sus propias actividades
El tiempo libre es lo que hace que valga la pena mantenernos ocupados. Si todo termina siendo obligaciones, sentirá que no vale la pena tanto esfuerzo. Si como adultos necesitamos distraernos, aún más cuando se es joven y se tiene tanta energía para gastar.
5. Que aprenda que el dinero no lo es todo
Por supuesto que la idea de ser independiente económicamente es un gran atractivo para decirle sí a un empleo, pero resulta complicado obtener oportunidades si no se cuenta con experiencia. Ante esta circunstancia, la mejor opción es aplicar sin goce de sueldo. El dinero es importante, pero el conocimiento lo es más.
Nuestros hijos deben saber que un primer empleo no trata de tener un trabajo, sino de aprender a trabajar. No es cobrar el primer cheque, sino aprender a ser responsable con el dinero. No tiene que ver únicamente con lo que puedas aprender, sino lo que estás dispuesto a dar. Y que mucho menos trata de un castigo, sino de hacerlos crecer y prepararlos para el futuro.
