¿Y tú qué haces por detener la guerra?
La historia de la humanidad es la historia de la guerra. Todo el tiempo, en cualquier parte del mundo se está desarrollando algún conflicto bélico. El problema es que, pensaríamos que cuanto más evolucionados somos, más visibilidad tenemos sobre los impactos de la guerra y más nos comunicamos unos entre otros, las guerras tendrían que ir menguando tanto en número, como en frecuencia y en extensión. No es así. El conflicto en Siria ha sido uno de los más largos de la historia reciente, con miles de desplazados por todo el mundo e imágenes que espantan hasta a los recios. En más de una ocasión se ha escuchado la pregunta: ¿Será que estamos al borde de una Tercera Guerra Mundial? Mientras los políticos que tienen influencia en la guerra con Siria se debaten si van a explotar más bombas o no, nosotros, del otro lado del mundo tenemos mucho qué hacer. Igual que en la película “El efecto mariposa”, estrenada en 2004, se explica que una variación diminuta en el ambiente puede generar un huracán, creo que un pequeño cambio a nivel personal puede influir para cambiar una situación global.
Entonces viene el ho’ponopono. Se trata de una expresión hawaiana cuyo significado que se puede traducir como “Lo siento mucho, perdóname, te amo, gracias”. Todo eso en una palabra. La teoría del ho’ponopono propone que todos somos responsables de todo lo que sucede a nuestro alrededor y que, al trabajar en nuestro interior, podemos hacer que los exteriores cambien. Así, con base en lo anterior, en cierta medida, todos somos responsables de que la guerra en Siria sea tan cruenta. Puede ser difícil de entender, pero creo que en el fondo tiene razón. De la misma manera si empezamos a cambiar nosotros mismos, si construimos nuestra mejor versión, si nos convertimos en mejores personas creo que veremos resultados de dimensiones insospechadas. La oración y el trabajo interior son elementos clave para detener la guerra.
Cuando practico el arte del ho’ponopono veo que sus resultados son sorprendentes. He dedicado varios días que decir en mi interior este poderoso mantra a todas las personas con las que me topo y en las semanas subsecuentes he sido testigo de resultados maravillosos. Reconocer que hemos obrado mal, que podemos ser perdonados, que merecemos ser amados y que tenemos tanto que agradecer nos coloca en una vibración donde lo más importante es el amor. Así como en un currículum señalamos nuestros estudios, maestrías y conferencias en el valdría la pena incluir cuántas horas de meditación o cuántas horas de terapia hemos dedicado a mejorarnos. Es en el manejo de la inteligencia emocional y la capacidad de introspección que lograremos potenciar nuestros talentos, en lo individual, y contribuir a cambiar el mundo.
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