Si aderezas tus ensaladas con jugo de limón, vinagre, sal y aceites, te cuento que existen una infinidad de aderezos que le agregan un toque distinto a ese mix de vegetales, los favoritos en primavera.
Los aderezos tienen una nutrida historia, que se remonta a los tiempos ancestrales. Los babilonios han estado usando aceite y vinagre sobre las hojas verdes durante más de 2000 años y los chinos han estado usando la salsa de soja por más de 5000 años e incluso la popular salsa Inglesa deriva de una salsa utilizada desde la época del César. Los romanos preferían condimentar sus verduras solamente con sal, eran los egipcios quienes enaltecían sus ensaladas con aceite, vinagre y especias orientales. Se piensa que la mayonesa tuvo su origen en la mesa de un noble francés más de 200 años atrás.
Existen infinidad de aderezos aunque los más conocidos son:
Mil islas: se elabora con trocitos de olivas verdes, pimientos, pickles, cebolla, huevo duro y hierbas picadas.
César: mayonesa, crema, huevo duro, anchoas, salsa tabasco, salsa inglesa, ajo, sal y pimienta.
Honey Mustard: miel, mostaza de Dijón y aceite de oliva.
Vinagretta balsámica: aceite de oliva, salsa de soja, miel, ajo, sal y pimienta.
De queso azul: mayonesa, crema, queso azul, jugo de limón, sal y pimienta.
Limonetta: aceite de oliva, jugo de limón, mostaza de Dijón, tomillo, ajo, sal y pimienta.
Algunos consejos:
Cuanto más coloridas, más atractivas.
Ningún sabor debe sobresalir por sobre los demás. Los ingredientes deben estar en armonía.
El aderezo debe ser suave y agregarse en pequeñas cantidades. Evita la costumbre de bañar las ensaladas.
Condimenta a la hora de servir, ya que si lo haces con demasiada anticipación, las verduras se ablandarán demasiado.
La comida ingresa por los ojos: la presentación de la ensalada debe ser atractiva.