Angélica Zúñiga se puso manos a la obra y comenzó un proyecto que pretendía ayudar a personas de la tercera edad. Hoy el apoyo que brinda es para todo aquel que lo necesite, pero ella te necesita a ti.
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Las ganas de ayudar de María Angélica Zúñiga Ovalle la llevaron a crear un proyecto en el que en un principio apoyaría solamente a personas con discapacidad y de la tercera edad. Sin embargo, al ver las necesidades de sus vecinos en Puerto de las Flores, y otros lugares de Saltillo, Angeliquita, como le dicen, amplió la ayuda y ahora son niños, madres solteras, familias, las que se han visto beneficiadas gracias a esta gran labor.
“Prácticamente yo sola manejo la página de Facebook, la cual me ayudó a hacer un sobrino. Yo entrevisto, busco a las personas, recibo a la gente a mi casa, las selecciono, reparto; llevo todo el control, en todos los aspectos. Esto surgió porque sentía mucha impotencia de no poder ayudar a las personas”.
Cuando comenzó el proyecto, el 28 de noviembre del año pasado, Angélica conoció a la señora Gilberta, que tiene un hijo de 22 años que está discapacitado; antes ya había hecho un video para Don Lucio (otra persona vulnerable) y de ahí le surgió la idea de ver a quién podría pedirle apoyo, “ver cómo le hacía”.
“Las necesidades que tienen las personas son muchas, y con esta situación del coronavirus se sumaron casos. Invité a mis amigas y conocidas que me ayudaran a compartir la página porque era más la gente que llegaba a tocar mi puerta, ‘ay, Doña Angélica, me dijo Don Lucio que usted le ayudó a conseguir pañales, toallitas húmedas… una silla de ruedas’, y ya les explicaba que no soy yo, que es la comunidad que ve la página y que poco a poco se corre la voz llegando a más personas y son ellos quienes ayudan, así fue llegando poco a poco la ayuda. Era un caso tras otro”.
En ese sentido, las entrevistas le han ayudado mucho para identificar las necesidades reales de las personas. Angélica hace una encuesta: cuántas personas viven en el hogar, cuáles son los ingresos y quiénes los aportan. Dijo que hay quien no piden despensa, sino algún instrumento ortopédico por su discapacidad o malestar. Así analiza las necesidades y prioridades en cada persona”.
A saber
¿Cómo se mantiene Apoyando Mi Comunidad?
Es difícil, porque no hay un recurso del que yo pueda decir de aquí agarro. A través de videos y testimonios se busca tocar el corazón de las personas y son ellas quienes me contactan ofreciendo ayuda. Evito recibir dinero, de preferencia son cosas en especie y en la misma página se publican los apoyos que llegan y cómo se reparte.
¿Quiénes te apoyan este proyecto?
Mis personas más allegadas. Cuando se creó la página me acerqué a Verito De León, una persona que aprecio mucho, y le pedí compartir con sus amistades la página y así se fue abriendo, teniendo más reacciones y llegando a más gente.
¿Cuáles son los planes durante la contingencia?
No hay un plan específico, sólo seguir insistiendo, porque hay mucha gente desempleada y con necesidad; muchas familias desesperadas porque muchas veces no hay ni qué comer.
¿Qué satisfacción te deja?
Mucha, porque gracias a mis amigas, contactos y gente a la que le insistía que compartieran los casos, se han logrado apoyos. Esa es mi satisfacción, que todos alcancen de lo poquito que me llega.
“La gente debe darse cuenta de las necesidades que existen en nuestra misma ciudad y son muchas. A través de la página ellos pueden observar los casos y quizá tengan la forma de ayudar en alguno. Hasta compartir los videos, simplemente con eso, para que esto se vaya haciendo cada vez más grande”.
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