La maternidad se convierte en una aventura desde que sabemos que estamos en espera de ese bebé tan deseado; sin embargo, con toda la emoción llegan también los consejos no pedidos y las dudas.
Cada mamá tiene su perspectiva sobre la maternidad, lo que está viviendo dentro de ella o lo que está por vivir, y cada mamá la experimenta a su manera; pero, lamentablemente, dentro de todo este proceso también surgen los comentarios que nos hacen dudar sobre MUCHOS TEMAS. Un claro y sencillo ejemplo, para ponerlo en una perspectiva más simple y que siempre suelo pensar y debatir, es el tema de las cunas.
Está la mamá primeriza, que suele preguntar sobre recomendaciones de cuál marca o qué tipo de cuna será mejor, y nunca puede faltar el comentario de burla: “la cuna ni siquiera la vas usar”, cuando habemos muchas, pero muchas mamás, que usamos la cuna desde un inicio. Como este, existen un montón de ejemplos sobre las diferentes formas de llevar cada quien su maternidad. Al final del día, cada una es diferente y cada madre materna a su manera y tiene su forma de crianza y de llevar a cabo las costumbres en casa.
Lo mejor que podemos hacer al dar un consejo es platicar de nuestra experiencia, pero siempre mencionando que cada maternidad es un mundo; igualmente, creo que debemos evitar dar consejos no pedidos, para no angustiar a aquellas futuras mamás o anticiparnos a situaciones que aún no han llegado o que están lejos de llegar.
Sin duda alguna, hay muchas cosas que vivimos cuando nos convertimos en madres; pero al final del día a cada una le corresponde seguir su instinto, adaptarse a lo que mejor se acomode a cada una y a sus hijos o hijas, a su estilo de vida, creencias, rutinas y, sobre todo, confiar en que están haciendo y brindando lo mejor para su bebé y su familia.