“Si no te pierdes, existe la posibilidad de que jamás seas encontrado”
Como ya sabemos, no todos los días son los mejores que podemos tener. Hay días buenos, malos, peores, mejores y regulares. La incertidumbre se nos plantea cuando viene una racha tras otra racha. Todo comienza a nublarse y pensamos ¿por qué?, con lo bien que estaba antes…
Normalmente hay dos opciones, o luchas para cambiar la situación o te dejas llevar. Sin embargo, hay veces que ni aunque luches cambia la situación y al final decides dejar que la tormenta que te ha atrapado de manera desprevenida pase, mientras permaneces atemorizado bajo las sábanas.
Los altibajos en nuestra vida son totalmente normales, porque todo está en constante cambio, ninguna situación permanece totalmente estática, ni el sol brilla siempre, ni puede estar lloviendo eternamente. Lo que deberíamos hacer es aprender de cada etapa de nuestra vida sabiendo que cada una de ellas viene a aportarnos un crecimiento espiritual o personal. Lo que sufres hoy, tienes la oportunidad de aprenderlo para que cuando regrese lo hayas superado y ahora sepas manejarlo de diferente manera.
Por eso, debes aprender a disfrutar esos días sin sol, con truenos y relámpagos que sean tan fuertes que te hagan temblar, porque cuánto mayor sea la caída, mejor será la subida. Cuánto más grande sea la tormenta, un sol más radiante saldrá después de ella. Sólo hay que aprender a disfrutarlo, y entender que, al igual que nosotros, el cielo necesita llorar de vez en cuando.
No tengas miedo de encontrar un rinconcito donde puedas tener un cita contigo mismo, ahí donde no te puedes engañar, donde aceptas tus errores y tus virtudes. Este hábito hará que asientas en ti, tener consciencia de ti mismo, ya que esta misma es la base del desarrollo de la inteligencia emocional y social.
Sólo si tenemos una actitud, abierta y de bienvenida a todo aquello que suceda en nuestra vida, es cuando podremos experimentar la serenidad con más frecuencia.
Nunca te arrepientas de las decisiones que has tomado en la vida, cada una de ellas te dará lecciones y, sin importar cuál camino hayas decidido tomar, no voltees hacia atrás y con la frente en firme sigue adelante, aceptando quién eres y en quién te has convertido.
Una cita contigo mismo es una cita obligada que todos deberíamos tener. No tengas temor a lo que puedas encontrar, seguramente habrá algo con lo que no te quieras encontrar, mas observándolo es una forma de aceptarlo y superarlo. En el silencio es donde nos encontramos a nosotros mismos.
Y nunca olvides que la forma más fácil de sacar una sonrisa es sonriendo. Así se construye una reputación y una marca personal.
Twitter @claravillarreal
