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Pequeñas actividades pueden derivar en grandes cambios que contribuyen a mitigar las alteraciones del sueño, afectaciones visuales, trastornos de salud mental y problemas posturales y físicos.
POR: ADRIANA ARMENDÁRIZ
FOTOS: FREEPIK
Administrar el tiempo que pasamos frente a las pantallas de los dispositivos digitales es fundamental para disfrutar y preservar una salud integral. Tratándose de un tema de interés público, la Secretaría de Salud, el Gobierno de México y la Organización Mundial de la Salud han desarrollado campañas e informes explicando detalladamente este fenómeno.
Algunas de las principales problemáticas que causa la larga exposición a las pantallas de dispositivos digitales tienen que ver con afectaciones físicas y mentales.
Alteraciones del sueño: el uso de dispositivos móviles, sobre todo antes de dormir, puede provocar insomnio, ya que se disminuye la secreción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Asimismo, aumentan los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Problemas visuales: se incrementa el riesgo de desarrollar miopía, particularmente en menores de cinco años, sumándose la fatiga y sequedad ocular a causa de la luz que se percibe.
Trastornos de salud mental: el manejo desmedido del tiempo digital también detona adicción y trastornos mentales como ansiedad y depresión.
Posturas: el sedentarismo, sobrepeso y contracturas son consecuencias también de un abuso de los dispositivos móviles.

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¡La solución eres tú mismo!
Las instituciones oficiales brindan distintas soluciones para mitigar el uso excesivo de las pantallas, mucho de ello tiene que ver con aplicar nuestra disciplina.
Establecer horarios específicos: además de evitar el uso excesivo, definir horas promueve el equilibrio en las actividades diarias.
Limitar notificaciones: los smartphones cuentan con configuraciones que permiten reducir las alertas de redes sociales u otras aplicaciones que fungen como distractores, así podemos reducir la tentación de revisar el dispositivo de manera constante.
Actividades al aire libre: si bien no se requiere de una rutina de ejercicio compleja, tan solo realizar caminatas breves en parques o calles favorece la relajación mental.
Establecer zonas libres de tecnología en el hogar: designar espacios como el comedor o los dormitorios sin dispositivos, además de dar descansos, promueve la interacción personal.
Libros físicos en lugar de digitales: entre sus grandes ventajas se encuentran fomentar la concentración y reducir la exposición a la luz azul.

Días sin tecnología: en el caso de las familias, se recomienda designar jornadas en las que todos los integrantes se desconecten de los dispositivos electrónicos para planear actividades grupales.
Evitar los dispositivos como recompensa o castigo: asociar las emociones con el uso de la tecnología puede fomentar hábitos poco saludables durante la formación de los menores de edad.
Comunicación cara a cara: siempre que sea posible, se debe priorizar las interacciones personales sobre las digitales. Se trata también de una forma de fortalecer las relaciones.
Pausas en las jornadas: en un mundo en el que la presencia en pantallas es clave para nuestras actividades diarias, define descansos y pequeñas pausas de al menos cinco minutos para prevenir la fatiga visual y mental.
Finalmente, las entidades oficiales promueven que si se considera necesario y no es posible aplicar estas medidas básicas, siempre es buena alternativa recurrir a un experto de la salud.