No pienses que por quedarte en casa, debes disminuir tu rutina de baño. Ahora es más importante tomar una ducha diaria.
Aunque estés en aislamiento en casa, darse una ducha es ahora más importante que nunca.
El mundo entero se encuentra en estado de alarma. Como medida más importante de prevención se ha invitado a quien le sea posible resguardarse en casa, para evitar un posible contagio y con ello frenar la propagación del virus. Pero esto no debería alterar tu bienestar en general.
Las herramientas actuales que la tecnología te brinda te ha facilitado el trabajo, habilitando tus computadoras personales para el trabajo, y la sala de entretenimiento como sala de juntas. Lo que resta ahora es mantener la calma y continuar con tu rutina diaria, levantarte, desayunar y tomar un buen baño que, en estos momentos, toma una relevancia increíble.
En situaciones de emergencia como la que estamos experimentando actualmente una buena ducha trasciende el terreno psicológico, ya que además de liberar la mente de preocupaciones derivadas de las bombas de información que invaden las redes sociales es una medida de higiene total para el cuerpo.
Si haces una búsqueda para saber por qué es tan importante darse una ducha, los expertos siempre han destacado la importancia de tomar un baño diariamente, incluso antes de la situación de salud actual. En un día normal pocas son las veces que te detienes a pensar qué es lo que tocas, quién lo ha tocado antes y bajo qué condiciones. No hay que olvidar que las bacterias y virus que provocan diarrea, gripe común y varias sintomatologías más, se encuentran en la mayoría de los espacios alrededor de ti.
La medida más importante de higiene en estos momentos es el lavado de manos muy minucioso: frotar cada rincón de tus manos de 20 a 45 segundos puede librarte de cualquier complicación de salud, pero a veces cuando no te ves en la necesidad de salir y tener contacto con el mundo exterior lo primero que olvidas es la ducha.
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Recuerda que tienes una población de bacterias y hongos naturales que contribuyen al equilibrio de la piel, pero si pasas por alto una buena higiene y permites su multiplicación de forma exagerada, pueden provocarte patologías e infecciones además la probabilidad de penetración de bacterias y virus nocivos aumenta.
Durante el baño utiliza barras de jabón. La densidad de su espuma y su nivel de limpieza es mejor que varios geles de baño que, además, podrían resecar tu piel. Para una limpieza más profunda, utiliza una esponja de baño o cepillo. Con esta acción además retirarás células muertas, exfoliando la piel y obtendrás una sensación reconfortante.
Después de salir de la regadera no dejes que pase mucho tiempo para humectar la piel, ya que puede resecarse más. Usando cremas corporales con cantidad suficiente de aceite proporcionarás a tu piel lo necesario para recuperar la pérdida de agua y lípidos después del baño. Lo más recomendable es que uses cremas corporales con fórmulas que contengan aceite de almendras, de coco, que te ayudarán a suavizar la piel y mantenerla humectada.