Si vas a empezar a preparar tu casa para la Navidad, toma en cuenta estos consejos.
FOTOS OMAR SAUCEDO
Comienza a sentirse el ambiente navideño, las fiestas están cada vez más cerca y es momento de pensar en la decoración de Navidad de este año. ¿Ya tienes una idea de lo que te gustaría? Si aún no has decidido, te traemos unos consejos básicos para que tu hogar luzca perfecto en esta época.
Ana Siller, diseñadora de interiores, y Billy de León, experta en pinos navideños con 10 años de experiencia, explican que todo empieza reflexionando. Si bien es muy tentador dejarse llevar por las tendencias, “la base con la que se fundamenta un buen interiorismo son las necesidades de las personas y el uso que se le va a dar al espacio”.
Una vez reflexiones esto, comenzarás a tomar decisiones y, si bien la decoración es cuestión de gustos, puedes utilizar algunos trucos. Por ejemplo, en tu sala la opción menos problemática es un sofá blanco o gris claro, pues te dará más posibilidades de añadir tonos llamativos sin preocuparte por si combinan.
La importancia del color
Es un aspecto fundamental de la decoración y debe reflejar tu personalidad y la de tu familia. Además, la paleta de colores hará que la habitación te transmita sensaciones distintas. Si es un espacio de trabajo opta por tonos neutros; para un dormitorio, unos suaves y claros para conseguir un buen descanso; en una sala de juegos usa unos más vibrantes.
Toma en cuenta que se dividen en cálidos y fríos. Los primeros (amarillo, naranja, rojo) transmiten cercanía, intimidad, energía y calidez, y los segundos (azul, verde, violeta) dan la sensación de tranquilidad, calma, serenidad y elegencia.
Para Navidad, no pueden faltar el rojo, verde, blanco, plata y dorado. Cada uno de ellos tiene un simbolismo especial para estas fiestas.
Rojo: el fuego, la sangre, el amor divino y la generosidad.
Verde: la esperanza, vida y naturaleza.
Blanco: alegría, fe, pureza e iluminación.
Plateado: agradecimiento.
Dorado: la alabanza.
El pino, el símbolo de la Navidad
Adornar el pino es una de las experiencias que más entusiasma a las familias. Si bien la decoración puede variar según los colores de la temporada o se puede optar algo más tradicional con rojos, verdes y dorados, hay elementos indispensables:
Estrella de Belén: se coloca en la punta y representa la estrella que anunció el nacimiento de Jesús y guió a los Reyes Magos.
Esferas: simbolizan la alegría, abundancia y prosperidad.
Campanas: representan el mensaje de alegría.
Piñas: signo de esperanza e inmortalidad, pueden ir pintadas de plateado o dorado, en el árbol o en las coronas.
Luces o velas: recuerdan el momento en que la Virgen María dio a luz al Niño Jesús en el pesebre, bajo la luz de una vela.
La mesa, un esencial
El primer impacto visual del invitado al llegar al hogar es la colocación de la mesa. “Una buena colocación impactará más y conducirá al comensal a sentirse más cómodo y a recibir con más agrado el resto de la noche”, explicaron.
Además, no todo se centra en la elección de mantelería, vajilla, cubiertos y copas, sino que también importa su acomodo. “Qué orden llevarán, por ejemplo, los cubiertos, y acertar además con respecto al menú navideño que vayamos a servir”.
Mantelería: si es blanca realzará los alimentos y dará sensación de limpieza, puede tener algún motivo navideño. Otras buenas opciones son colores como el rojo o el blanco con detalles dorados.
Servilletas: deben ir a juego con el mantel. Si prefieres algo sencillo y cómodo, intenta con unas de papel, adornadas con motivos navideños.
Centro de mesa: podría estar formado por piñas, tulia, ramas de pino y accesorios como cascabeles, campanas, estrellas y velas.
Si quieres llenar tu casa del espíritu navideño, ¡ellas pueden ayudarte!
Ana Siller y Billy de León
Redes sociales: @anasiller y @billydeleon11