“Si no estás satisfecho con lo que tienes pregúntate,
¿Estás satisfecho con lo que eres y con lo que haces?”
Hace varios años tomé un Diplomado en Psicoterapia Gestalt y tengo grabado un ejercicio sencillo que se me marcó mucho. El doctor del curso nos hizo realizar una lista de tres columnas dónde escribiéramos qué queríamos SER, HACER y TENER a lo largo de toda nuestra vida. Parece obvio que sabemos claramente quiénes somos y qué queremos hacer, pero al comenzar a escribir nos cuesta concretar, aparecen inseguridades personales, surgen los miedos internos de desear grandes cosas y de merecer abundancia; y es importante reconocer qué está pasando en nosotros.
Robert Kiyosaki en su libro “El cuadrante del flujo de dinero” habla de este principio. Él asocia el SER con la persona que somos, el HACER con lo que hacemos para lograr nuestras metas y el TENER con cumplirlas. Coincido con él en que el error que tenemos es que determinamos nuestras metas, pero no definimos claramente en un listado qué cosas debemos hacer para conseguir esas metas y nos olvidamos de SER nosotros mismos.
- SER: Cualidades, virtudes, actitudes, cuerpo físico, mental-intelectual, trabajo en talentos y fortalezas, desarrollo emocional e interior.
- HACER: Proyecto profesional, crecimiento educativo, entretenimiento, labor social.
- TENER: Pertenencias materiales, paz interior, experiencias vividas, propósitos logrados que generen satisfacción, logros, valores como resultado- buena comunicación / familia unida.
¿Qué tipo de persona soy, quiero ser y debo SER para lograr esto?
¿Qué aspectos tengo que trabajar en mí (orden, disciplina, voluntad, seguimiento, paciencia, alegría, comprensión, disciplina, tolerancia, prudencia…) para poder pasar al listado de HACER las cosas?. Es importante revisar las actitudes que tenemos y trabajar nuestras áreas débiles para fortalecerlas. Por ejemplo, no podemos estar en nuestro peso y sentirnos saludables si seguimos siendo indisciplinados en nuestra forma de comer. Debemos primero trabajar en SER disciplinados y crecer en nuestra fuerza de voluntad, para luego REALIZAR una dieta especial y TENER cómo resultado estar en nuestro peso.
Crecimos siendo educados con la mentalidad de que hay que “tener” primero para luego “hacer cosas” y así poder “ser” … tanto cómo profesionistas, padres exitosos y personas realizadas. Es imposible materializar lo que realmente queremos desde nuestro interior si desconocemos quiénes somos.
En el ser siempre está el darse, y en el hacer está el tener. Hemos de trabajar en la persona en la que nos queremos convertir, pues ahí radica la verdadera trascendencia. Cómo diría Rosy de la Peña, amiga y terapeuta, “Desde que naces eres un ser de Dios, con una esencia divina, así la cultives o no la cultives. La esencia está ahí, pero la vida te va llevando por muchos haceres.”
Y si, la vida hoy, tan materializada y superficial, suele orillarnos a enfocarnos de más en el hacer. Pero la verdadera trascendencia personal radica en el ser. El hacer resuelve, mientras que tu ser es el que transforma tu hacer. Cuando estás en el ser, sabes que todo va a llegar y va a fluir. No dudemos que el SER nos lleva al HACER y concluye en el TENER.
Para llegar a la realización plena del ser, debemos: conocernos, aceptarnos, enriquecernos, responsabilizarnos, valorarnos y comprometernos con nosotros mismos. Hay que proyectarnos y clarificar qué buscamos. De esa forma podremos sentirnos realizados y tener la certeza de que estamos en el camino correcto y trascendiendo, pues no hay trabajo más valioso y más fructífero, que el que realizamos con nosotros mismos.