La estrella no ha dejado de trabajar durante la pandemia; alista un nuevo álbum, se mantiene en contacto con sus fans y participa a través de redes sociales.
Por Fabián W. Waintal ©
En una nueva era donde la distancia social impide ver en vivo a nuestros ídolos, a puertas cerradas ellos igual siguen compartiendo sus vidas desde Twitter o Instagram. Y en una entretenida charla, Demi Lovato revivió los mejores recuerdos cuando era ella quien escuchaba la música de otros, en comparación con la actualidad donde, a pesar del coronavirus, sigue trabajando en un nuevo álbum… desde casa.
“Estoy tomando todo este tiempo para recargar mi energía… Mudé mi oficina a la cocina, solo porque no quiero dormir en el mismo lugar donde trabajo todo el día.”
– ¿Tu vida es muy diferente antes y después de Disney?
– Yo estoy muy agradecida por haber empezado en un lugar como Disney Channel. Pero hoy estoy en un lugar diferente, un momento totalmente distinto en mi vida.
– ¿Y con tus viejas amigas de Disney se siguen hablando en medio de la pandemia?
– Sí, con algunos sí, sí, claro. Con Selena (Gomez) y Miley (Cyrus). Incluso seguimos muy amigas con Tiffany Thornton, de ‘Sonny With a Chance’.
– ¿A puertas cerradas cantas las canciones de Selena o Miley?
– (Risas) Sí, sí, sí. Y si es alguna canción pegadiza, se me queda en la cabeza.
– ¿Y en el momento en que en la radio, en tu auto, aparece una de tus canciones la escuchas como una admiradora más o cambias de estación?
– La dejo y la escucho, totalmente. Cuando escucho una de mis canciones en la radio, me pone muy orgullosa. Supongo que me daría vergüenza cambiar de estación después de tanto trabajo. Siempre, siempre las dejo.
“Yo estoy muy agradecida por haber empezado en un lugar como Disney Channel. Pero hoy estoy en un lugar diferente, un momento totalmente distinto en mi vida.”
– ¿La canción que más te gusta cantar?
– La canción que más me gusta cantar… probablemente sea ‘My Life is a Star‘ (Mi vida es como una estrella) porque es una canción donde puedo mostrar bien como canto.
– ¿Piensas en alguien en particular cuando la cantas?
– A veces.
– ¿Te animas a decir quién?
– (Risas) No.
– ¿Y cómo vives la locura mundial de la pandemia?
– Bastante bien. En realidad estoy tomando todo este tiempo para recargar mi energía. En realidad yo estaba a punto de arrojarme por completo al trabajo, porque después del Grammy y el Super Bowl me pareció que era hora de sacar música nueva. Pero con lo que estamos viviendo, todo es mucho más lento, tuve que ajustarme y la verdad… lo estoy disfrutando.
– ¿El cambio más extraño que tuviste en medio de la cuarentena?
– Mudé mi oficina a la cocina (risas), solo porque no quiero dormir en el mismo lugar donde trabajo todo el día.
Con el nombre verdadero de Demetria Devonne Lovato, nació en la ciudad de Albuquerque, en Nueva México, un jueves 20 de agosto de 1992 (el mismo día que Sting se casaba con Trudie Styler). Con raíces mexicanas por parte del padre, se crió en la misma ciudad de Dallas, donde aprendió a tocar el piano y la guitarra, cuando apenas tenía diez años.
Era la época en que también había pisado por primera vez un estudio de televisión, como la niña Angela del programa infantil ‘Barney & Friends’. Miley Cyrus ya era famosa con Hanna Montana y Selena Gomez recién empezaba la serie ‘Wizards of Waverly Place’, cuando Demi consiguió el rol de Charlotte Adams en la serie con menos vida ‘As The Bell Rings’.
Pero con apenas 15 años, se convirtió en otra de las superestrellas juveniles de Disney en aquella búsqueda por repetir el éxito de High School Musical, con la película musical ‘Camp Rock’. Alrededor de la historia de un romance entre Demi y Joe Jonas, la ficción se trasladó detrás de cámaras y para cuando filmaron la segunda película, ya eran pareja en la vida real.
Mientras protagonizaba su propia serie de Disney sobre otro estilo de estrella famosa, ‘Sonny With a Chance’, Demi también siguió los pasos de los Hermanos Jonas, acompañándolos en la gira mundial, como cantante invitada. Pero fue también en esa misma gira cuando empezaron los problemas personales. Para cuando terminó el noviazgo con Joe, Demi abandonó definitivamente el programa de ‘Sonny With a Chance’ y aceptó pasar por una clínica especializada en el tratamiento especial contra la anorexia, donde además descubrió que es bipolar.
Así fue como incluso decidió asociarse a la Fundación JED para la campaña ‘El Amor es más fuerte que la presión para ser perfecta’. Y usando la música como el mejor remedio, surgió el CD ‘Unbroken’, donde contó su historia en sus canciones.
Como el tema ‘For the Love Of a Daughter donde “Hablo de mi relación con mi padre con el que no había hablado en 5 años” asegura Demi, aclarando “la compuse a los 16 años y me había costado incluirla en un CD, pero editarla fue una buena terapia”. La canción ‘Skycraper’ había surgido antes del tratamiento psicológico y recién después admitió que al escucharla de nuevo, sonó como un grito de ayuda. “Cuando terminé el tratamiento la volví a grabar porque mi voz estaba en mejores condiciones, ya no vomitaba después de cada comida”.
Hoy, la mejor terapia para Demi Lovato es la música, como el súper éxito de ‘Anyone’ en la entrega del premio Grammy y el nuevo single ‘I Love Me’, además del show propio ‘Pillow Talk With Demi Lovato,’ en la nueva plataforma Quibi. “Cuando se vive algo tan duro, al salir se obtiene una visión nueva de las cosas que amas” asegura ella “Y yo amo la música, amo cantar, amo actuar.”
“Una jovencita había venido a mi concierto, sin nada de pelo en la cabeza y me dijo: ‘Pasaste por momentos tan dramáticos que fue la mejor inspiración para dejar de usar mi peluca hoy’. Fue algo muy potente. Quedé tan emocionada que no pude contener las lágrimas delante de ella.”
– ¿Hasta qué punto influenció hoy la música que escuchabas a los 14 años?
– En esa época a mi me gustaba el punk ‘emo’ (emocional) que hoy se acepta tanto y está detrás de otros géneros como el hip hop y el pop. Pero en aquel entonces solo lo escuchabas en grupos como el de la película ‘The Breakfast Club’ de los ’80 y ’90, donde los grupos de inadaptados nos sentíamos aceptados con los que cantaban lo que sentíamos y queríamos decir. Yo tampoco me animaba a usar ropa negra ni toneladas de delineador de ojos, pero me parecía que el ‘emo’ era cool. Es la música con la que crecí en Dallas, Texas, como cuando escuchaba hip hop, cuando nadie lo aceptaba.
– ¿Escuchar música diferente era una forma de encontrar tu lugar, antes del éxito de Disney y Camp Rock?
– La verdad, me encantó cuando la gente empezó a apreciar la música que yo escuchaba porque también estaba cansada de tener que grabar mis propios CDs de iTunes para escucharlos sola en mi walkman, porque a mi madre no le gustaba poner esa música en el auto. Hoy está en todas las radios y, por supuesto, llegué a decirle a mi mamá: “¿Ves? Te dije que era buena música, te dije que yo era ‘cool’.” (Risas)
– ¿Y cómo viviste la época previa de MySpace cuando Youtube o iTunes ni Instagram existían?
– Ah, en el video de estilo punk de ‘I Love Me’, se ve la letra como si fuera MySpace. Es algo tan nostálgico… era la única plataforma de medios social en aquel entonces, en una época en que ni siquiera lo llamábamos medio social. Era algo muy simple para subir una canción. Yo incluso sabía cómo cambiar el diseño de mi página, solita (risas), cambiando la forma en que se veían las letras literalmente con códigos entre paréntesis. Era otra vida.
“Cuando escucho una de mis canciones en la radio, me pone muy orgullosa. Supongo que me daría vergüenza cambiar de estación después de tanto trabajo.”
– ¿El concierto más extraño que diste… antes del coronavirus?
– El Festival Firefly, el año pasado… parece que fue hace 10 años. Me ofrecieron que hiciera un ‘silent disco’ (donde la gente escucha música que se pasa solamente por auriculares) y acepté enseguida. Me encantó la idea. Fue en medio de un bosque, rodeado de árboles, todos tenían sus auriculares puestos… fue un día inolvidable. En un momento me quité los auriculares y no podía creer el silencio que había, con todos bailando como locos, en medio de la nada.
– ¿Algún momento vergonzoso en medio de un concierto donde algo haya salido mal y hoy te puedas reír al recordarlo?
– Tuve mis fallas arriba del escenario… El otro día que estaba haciendo gimnasia al aire libre y me tragué un insecto, me acordé cuando me pasó algo parecido, arriba del escenario. Justo cuando estaba cantando una canción con la mejor emoción del momento, me entró un insecto en la boca y no sabía qué hacer porque empecé a ahogarme, frente al micrófono, cuando estaba cantando en el piano. Y tuve que decir “Perdón, me tragué un bicho”. Fue un momento bastante gracioso cuando me acuerdo. Ah… Otra vez se me cayeron las extensiones del pelo, en medio del escenario. (Risas) Las tenía pegadas y supongo que la transpiración se mezcló con el pegamento y se resbalaron. Terminé con un lado del pelo más largo que el resto y uno de los fans se tiró arriba del escenario y se llevó mis extensiones, como trofeo.
– ¿Tus fans te lo perdonan todo, hoy?
– Son los momentos inolvidables que también pueden convertir la experiencia en algo muy ‘cool’, porque supongo que los fans se dan cuenta que no soy perfecta.
– ¿Y la mejor anécdota que recuerdas de algún admirador… antes de la pandemia?
– Tuve experiencias espectaculares con mis fans, pero me acuerdo cuando una jovencita había venido a mi concierto, sin nada de pelo en la cabeza y me dijo: “Pasaste por momentos tan dramáticos que fue la mejor inspiración para dejar de usar mi peluca hoy”. Fue algo muy potente. Quedé tan emocionada que no pude contener las lágrimas delante de ella.
– ¿Y cómo describirías a los miles de fans hispanos que hoy te siguen por Instagram o Twitter?
– El público latino es el mejor, de verdad. Son totalmente apasionados. Gritan con toda la fuerza o lloran con el alma. Es realmente fabuloso verlos. Siempre es una gran experiencia cada vez que canto para ellos.