Foto: Alejandro Rodríguez
El desierto no solo es hojas secas y sol, sino un lugar con una riqueza gastronómica abundante, la misión de ‘Las Delicias del Desierto’ es rescatar estos guiños y darles a los saltillense sabores que recuerden siempre.
Nuestro desierto encierra una gran riqueza cultural que lo hace único, misma que forma parte de una tradición que se ha venido fusionando con costumbres y estilos norteamericanos que se adquirieron con la modernidad.
Hoy, el equipo del buen comer visito un lugar que rescata con dignidad y estilo esta identidad: ‘Las Delicias del Desierto’.
Este restaurante se ubica en uno de los lugares más emblemáticos de nuestra ciudad. El Museo del Desierto (MuDe). A fuera el esqueleto de un dinosaurio nos da la bienvenida, el desierto se hace presente de inmediato. A lo lejos se escucha el aullar de lobos. Ivonne Orozco Matus, es la generala que comanda este establecimiento, dice que al caer la noche, el espectáculo es hermoso, pues desde la terraza se puede disfrutar de un delicioso platillo, mientras los lobos mexicanos que resguardan el MuDe le cantan a la Luna.
El lugar tiene un aspecto hogareño, de confort, es como estar en casa de la abuela. A mi cabeza vinieron recuerdos de la infancia, como cuando mamá grande hacia la flor de palma con papita o carne, o la sopa de fideo con chile de monte, al pipían, al conejo de carne suave atrapado por el abuelo.
Ivonne es consciente que en muchas ocasiones los restaurante tienden a mirar fuera de su cocina para crear platillos exquisitos, cuando en realidad no es necesario, ya que existen guiños en la comida norestense que son dignos de rescatarse y resaltar, esa es esencialmente la misión de las ‘Delicias del Desierto”.
“Este es un lugar especializado en comida del desierto. De localidades, comunidades y rancherías. La idea es que la gente se identifique con la comida de nuestra región. Creemos en el comercio justo, nuestros productos son de proveedores locales, de ranchería para promover la economía de nuestra ciudad y demostrar que Coahuila tiene una gran historia en su gastronomía”, comentó Ivonne Orozco Matus.
Para conocer a fondo de lo que habla Ivonne, la codorniz llegó a la mesa.
“En una charla con un ranchero, nos contó que él atrapaba codornices, las despelucaba y las asaba al carbón. Esa es la comida del desierto, nosotros decidimos darle un toque más sofisticado a este platillo, lo acompañado de vegetales al carbón, esperando provocar en el comensal una experiencia deliciosa y única”, comentó Orozco Matus, quien menciona que con este tipo de proyectos también se estimula el comercio local, pues una ranchería de Arteaga es quien le vende el conejo y la codorniz.
El compromiso de Ivonne con la comidas norestense es grande.
“Nuestra misión es rescatar nuestros aromas, nuestros sabores”, explicó.
Los highlights
-Conejo de campo.
-Codorniz.
–Tapas de escamoles.
-Pozole de hongos.
-Cerveza artesanal.
Un toque artesanal
Las Delicias del Desierto dentro de sus instalaciones cuenta con una pequeña planta de producción de cerveza artesanal. Rebelión, una de las cerveceras artesanal pioneras en nuestra ciudad es la que se encarga de abastecer a este establecimiento.
