Fotografía Analógica
Este es uno de los ejercicios que más me gusta y que pienso que todos deberíamos de hacer de vez en cuando. Para este no necesitarás una cámara análoga (si tienes acceso a una de ellas sería genial), lo que harás será convertir tu cámara digital en una cámara análoga. No te preocupes, solamente necesitas un poco de fuerza de voluntad para evitar algunos hábitos que has adquirido con la tecnología digital.
Comencemos, evita el hábito de pensar que tienes disparos ilimitados. Como sabes, los rollos de película fotográfica para cámaras analógicas contienen 12, 24 ó hasta 36 disparos, por lo que vas a limitar tu sesión fotográfica a unos de esos números. Está prohibido, borrar fotos, ¡no hagas trampa!
¿Qué buscamos al hacer esto? Esforzarte a planificar tus fotografías mucho antes de crearlas, así como entrenar tu ojo, volviéndote más selectivo al disparar. La fotografía digital es un lujo para el aprendizaje y un ahorro incalculable, lo que muchas veces hace que se nos olvide el verdadero significado de hacer fotografías, quedando perdido en gigabytes y gigabytes de información en nuestros discos duros.
Para realizar nuestro ejercicio de la manera más efi cientemente posible y dado que la inmensa mayoría de cámaras fotográficas nos brindan la opción de previsualización, en circunstancias normales, lo cual es muy útil ya que inmediatamente después de tomar una fotografía, se te muestra la imagen en la pantalla de tu cámara.
Años atrás, las cámaras analógicas no contaban con pantallas para previsualizar la fotografía que acababas de crear. Es por esto que, este ejercicio consiste en desactivar la función de previsualización de nuestra cámara. En el caso de no encontrar la manera de hacerlo, a través de los menús de tu cámara, simplemente pégale un papel o un pedazo de cartulina cartulina para evitar la tentación de ver tus imágenes conforme las vas creando.
Hacer este ejercicio (fotos a ciegas), te ayudará a desarrollar tu instinto fotográfico y a prestar más atención a lo que observas y a componer tus imágenes a través del visor y no a través de la pantalla. Parece un riesgo, sin embargo es un estupendo ejercicio para conocer mejor tu cámara y sus funciones.
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