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EL AISLAMIENTO SOCIAL NOS HACE COMETER ESTOS ERRORES

El aislamiento obligado por la pandemia nos ha situado en una nueva realidad, en la que nuestro mundo queda reducido a las cuatro paredes del hogar

Todos tenemos nuestra rutina diaria y el que rompamos con ella nos hace sentirnos desesperados y mucho más ahora que la primavera acaba de llegar y queremos disfrutarla conviviendo con nuestros amigos, familia o saliendo a vacacionar.

Por todo ello, parece razonable que la forzosa reclusión, junto con la incertidumbre por su final y el miedo a la enfermedad, esté llevándonos a la monotonía y desesperación.

Hay maneras de poder sobrellevar mejor esta situación y corregir los errores de los que posiblemente sin darnos cuenta todos hemos sido víctimas a causa del encierro.

Ser negativos

El no estar acostumbrados a pasar por estas situaciones nos lleva a tener pensamientos negativos. Esto puede llevar a sentirse ansioso, culpable o enojado. El pensamiento negativo puede volverse común y convertirse en depresión y en una barrera para realizar cambios y mejoras en nuestras vidas.  Tenemos que ser más positivos y aprender a identificar de donde vienen todos esos pensamientos.

No tener tiempo para uno mismo

Puede parece sorprendente, pero es posible que a lo largo del día, entre los pendientes de la casa, home office, la familia, videollamadas y muchas otras cosas, no seamos capaces de dedicar un rato a explorar nuestros sentimientos y nuestras necesidades. También debes tener un tiempo para ti y hacer lo que quieras con el, desde tomarte un café tranquilamente, ver una película, ponerte una mascarilla etc.

Cambiar nuestro horario de dormir

Ahora que trabajamos desde casa, o no trabajamos, es fácil caer en la tentación de acostarse tarde y levantarse muy temprano.  Eso trae consecuencias, nuestro cuerpo esta acostumbrado a dormir ciertas horas y si de un día a otro cambiamos esa rutina, nos costara mucho volver a ella.

Dejarlo todo a la improvisación

Toda vez que nuestras rutinas se han visto modificadas, tenemos que reorganizarlas  y planificar qué podemos hacer, cuándo y cómo. ¿Cómo? Por ejemplo, elaborando una lista de lo que tenemos que comprar a la hora de ir al super  y nos ahorre el tener que salir a comprar a diario.

No tener creatividad

Trabajar, preparar la comida, recoger la casa, dejemos volar la imaginación, aprovechemos la ocasión para hacer pequeños cambios en la decoración de la casa (en los que pueden participar todos los miembros de la familia), cocinar recetas diferentes, organizar armarios… El ser creativos nos ayuda a adaptarnos de forma positiva a esta situación.

No tener actividad física

El ejercicio mejorará nuestro estado de ánimo. El ejercicio nos mantendrá en forma y aumentará las sustancias estimulantes de nuestro cuerpo que nos hacen sentir bien, las cuales reducen los síntomas de depresión y ansiedad.

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Malos hábitos 

El ocio por causa del encierro nos lleva a tener ansiedad y muchas veces nuestra forma de poder bajar el grado de esta es probando cosas que hagan sentir bien a nuestro cuerpo, como es la comida y otros vicios que nos ayudan a escapar un poco y relajarnos como el alcohol, el cigarro, la marihuana etc. Y si la situación persiste por un tiempo, podríamos llegar a crear una dependencia de estos.

Descuidar la higiene personal

Dejar de bañarte diario por no tener contacto con las demás personas, no lavarte los dientes, no ponerte desodorante, quizá nos aporte comodidad, pero no es positivo. Tener una rutina de higiene puede ayudar a dar consistencia a la vida en un ambiente de encierro. Bañarse y tener una rutina de higiene todos los días marcan una gran diferencia en nuestra autoestima.

Pasar todo el día hablando del coronavirus

Las nuevas tecnologías permiten hablar y ver a los seres queridos por lejos que estén; pero si la charla se limita a lamentarse por la epidemia o la cuarentena, puede tener un efecto adverso en nuestra resistencia.

Con información de El País.

 

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