El 21 de julio del 2020 compartí un editorial llamado: “Cuando me convierta en mariposa”, este editorial lo escribí inspirada por la forma en cómo me había impactado en la infancia la caricatura de Katy la oruga que vi por primera vez en una sala de cine a mis cuatro años de edad. Me resulta casi imposible de creer cómo a temprana edad algo pudo quedar tan arraigado dentro de mí. Esta caricatura se esfumó de mi mente conforme fui creciendo y no fue hasta el año pasado que la recordé al encontrarme con el disco long play “LP” que encontré en casa de mis papás. Así fue como nació el editorial que anteriormente compartí. Cuál ha sido mi sorpresa al enterarme que el pasado 21 de agosto de este año el mexicano Fernando Ruiz Rendón, creador de esta y otras animaciones, falleció. Ha sido inevitable volver a recordar esta caricatura que depositó en mi inconsciente un patrón que ahora identifico, y que me ha llevado a explorar la vida al igual que la misma Katy.
“Lo que más deseo es ser feliz, pero la Madre Naturaleza me dijo que no lo sería hasta encontrarme a mí misma” Katy buscaba cómo encontrar aquello que ella realmente quería ser, sin saber muy bien en lo que se podía convertir, mas no paraba de buscar y sabía que si seguía explorando pronto ese momento llegaría algún día y lo saboreaba con anticipación, entusiasmo y por algunos momentos con un poquito de melancolía por todo lo que se tardaba en llegar ese momento tan esperado, ya que dentro de su mente o inconsciente, ella sabía que había algo más. Igual que a Katy, muchas veces me he preguntado cuándo llegará mi momento de poder volar, de desprenderme de todo aquello que me ata, de llegar a abrir mi consciencia, de dejar de regirme por lo social y realmente vivir la real experiencia de la vida. Esas han sido las reflexiones que me ha provocado la caricatura, y que al día de hoy, lejos de la niñez, aún provocan curiosidad dentro de mí.
Fernando nutrió el personaje de Katy, con una audacia por explorarlo todo y estas ganas de comerse el mundo siempre buscando respuestas a todas las dudas y preguntas que le surgían… aunque solo fuera una pequeña oruga… y, al hacerlo, fue alimentando nuestros sueños, fantasías y metas de quienes crecimos en los años 80. Depositó en muchos de nosotros dentro de nuestro inconsciente una forma de explorar la vida y vivirla llena de curiosidad. Y al igual que Katy, he descubierto que el cambio solo se encuentra en el interior aunque siempre se empiece por buscarlo afuera.
Quiero invitarte a que busques en YouTube la caricatura, que recuerdes con nostalgia las enseñanzas de Katy y que la compartas con quienes a temprana edad están forjándose un futuro. Y si eres de los míos, y creciste en esta época, canta como si nadie te escuchara aquella canción que penetró y se depositó muy dentro de cada uno de nosotros: “Yo sé que un día muy pronto encontraré, un rinconcito en donde pueda yo ser… Siempre dichosa como el viento silbador o cual la lluvia que canta de flor en flor, porque en mi corazón yo siento palpitar algo que sin temor un día ha de brotar, algo que en mi interior no deja de crecer que empieza a despertar que libre quiere ser…”
Gracias, Fernando Ruiz Rendón, por dejar magia en esta vida. Hasta siempre, Fernando!
Hasta siempre, Katy ¡pikitipaf!
“ Cuando me convierto en mariposa” https://youtu.be/uyjDzxTepGE
Twitter: @claravillarreal