El principal enemigo que contiene la pizza se encuentra en el almidón con el que se realiza la harina se convierte en grasa.
1) Provoca la caída del pelo:
La harina refinada se compone a base de carbohidratos que evitan que el sistema digestivo absorba los nutrientes básicos para el pelo.
2) Genera enfermedades del corazón:
Los niveles de triglicéridos aumentan en la sangre; el exceso de esta grasa potencia el riesgo de enfermedades en las arterias las cuales suministran sangre al corazón y se puede presentar insuficiencia cardíaca.
3) Puede causarte aumento de peso:
Este alimento te proporciona una gran cantidad de energía que si no se gasta durante la jornada cotidiana se convierte en grasas que te aumentan el peso y su consumo excesivo puede desembocar en obesidad.
4) Provoca estreñimiento:
Con altos niveles de grasas saturadas y sal, la pizza complica el trabajo del sistema digestivo, lo que causa que se esfuerce en exceso y demore en recuperarse.
5) Proporciona nulo valor nutricional:
Entre más refinada esté la harina, las vitaminas y los minerales que aporta antes de ser procesada desaparecen; esto se hace para que el producto pueda mantenerse mayor tiempo en los estantes de los supermercados.