El autor de “Sobre héroes y tumbas” dedicó su vida a la literatura y a reflexionar sobre la condición humana en el siglo XX, inquietud que lo alejó de la ciencia.
El 24 de junio de 1911, en una ciudad de la actual provincia de Buenos Aire llamada Rojas, nació el escritor Ernesto Sabato. Un autor que inició su vida en las ciencias y las abandonó porque no hablaban de los grandes problemas de la humanidad. Escribió tres novelas que le consagraron como uno de los pensadores argentinos más importantes del siglo XX. Nació y murió en Argentina, a 55 días de cumplir los 100 años, la madrugada del 30 de abril de 2011. De él quedó su obra y sus reflexiones políticas.
Sabato inició su carrera profesional orientado a la Física, en la que se doctoró y por ella viajó a París. Allí se encontraría con grandes pensadores y filósofos como André Breton. Ellos cambiarían la forma en que veía el mundo. Tras sus estudios en el laboratorio Joliot-Curie en Francia y en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, regresó a Argentina para convertirse en docente de la Universidad de La Plata. Sin embargo, dejó el puesto en 1945 debido a sus críticas a la dictadura de Perón.
Tres novelas
Publicaría su primera novela en 1948, “El Tunel”, la cual fue alabada por Albert Camus, quien la hizo traducir al francés. Esta novela psicológica narrada en primera persona se enmarcó en el existencialismo y le dio un giro a su vida. A partir de entonces recibió ofertas de trabajo en diferentes organismos, pero renunciaba constantemente porque no quería traicionar sus ideas.
En 1961 publicó “Sobre héroes y tumbas”, la cual es considerada una de las mejores novelas argentinas del siglo XX. Narra la historia de una familia aristocrática argentina en decadencia, intercalada con el relato intimista sobre la muerte del general Juan Lavalle, héroe de la Independencia Argentina, y con los desgarramientos de su historia, como las guerras civiles del siglo XIX hasta 1955. Con este libro, se situó dentro del “Boom de la literatura hispanoamericana”, del que también formaron parte Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa.
Su tercera novela fue “Abaddón el exterminador”, que vio la luz en 1974 y se centró en torno a consideraciones sobre la sociedad contemporánea y sobre el pueblo argentino. El propio autor es un personaje e interactúa con sus creaciones.
Posteriormente, Sabato escribió ensayos sobre diferentes aspectos políticos, literarios y sociales, por mencionar algunos están: “El escritor y sus fantasmas” (1963), “Tango: discusión y clave” (1963), “Tres aproximaciones a la literatura de nuestro tiempo” (1974), “Antes del fin” (1998) y “España en los diarios de mi vejez” (2004).
Múltiples reconocimientos
Recibió grandes galardones como el Premio Miguel de Cervantes de Literatura, el cual es el máximo galardón de las letras españolas. Así como el premio Gabriela Mistral, otorgada por la Organización de Estados Americanos. Fue nombrado Ciudadano Ilustre de la ciudad de Buenos Aires y recibió el título de doctor honoris causa por la universidad de esa ciudad.
Considerado, junto con Borges y Cortázar, como uno de los mejores escritores de la literatura Argentina, Ernesto Sabato falleció a los 99 años a causa de una neumonía derivada de una bronquitis. Sin embargo, sus novelas y ensayos permanecieron -no todos, pues el autor tenía la costumbre de quemar sus textos para purificarlos de sus errores- como una huella de cómo era el hombre argentino en el siglo XX.
Con información de: El País.
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