Universidad La Salle, coordinadora de Idiomas e Internacionalización a nivel profesional, con 29 años de experiencia.
FOTOS CORTESÍA
¿Por qué decidiste ser maestra?
Decidí ser maestra porque descubrí que era mi pasión desde el primer salón de clase que pisé. Dar clases me saca una sonrisa. Sentí que era mi vocación al ver que podía contribuir a formar personas que cambiarían al mundo. Saber que trasciendes a través de la formación de mentes y corazones.
¿Cuáles son las mayores satisfacciones que te ha dejado el trabajar en esta cuarentena?
Nuestra universidad cuenta con un campus virtual, por lo que ya contábamos con clases en distintas modalidades: presencial, semi-presencial y virtual.
Migrar de súbito requirió de un trabajo coordinado con todo mi equipo docente para ofrecer lecciones funcionales, reconociendo en primer término que la estructura controlada de un salón de clase no es aplicable en línea. Y además segmentando materiales para ofrecer clases atractivas en diferentes formatos.
¿Y los retos?
El mayor reto de esta cuarentena ha sido humanizar las interacciones con nuestros alumnos. Siendo que una de las primicias del maestro lasallista es el acompañamiento en todos los sentidos académico y personal.
Si pudieras regresar en el tiempo, y fuera el último día en que vieras a tus alumnos, ¿qué les dirías?
A mis alumnos les diría que eventualidades como ésta que estamos pasando, ocurrirán siempre en la vida; la diferencia entre bien librarlas o no, radica en la actitud que tomemos cuando se nos presentan. Que abracen el cambio, que exploren este nuevo mundo que tenemos enfrente. Y que si es necesario “se reseteen”.
¿Quién o quiénes fueron tus ejemplos para dedicarte a lo que hoy haces?
Mis ejemplos para ser lo que soy hoy, primeramente fueron mis padres. He tenido los mejores y se convirtieron en mis mejores maestros. Además recuerdo maestros inspiradores en todas mis etapas de estudiante: Miss Lolis, Delia, Nelly, Donna, Eileen, Lupina, Marielena, Chayo, Bonny, Fidel, Pedro, Jorge…
¿Qué materias impartes?
Actualmente imparto las materias de Desarrollo Humano, es decir del área de las formativas: Ética Profesional, Proyecto de Vida, etc.
¿Qué tan importante es para ti, además de dar tus clases, inculcar en tus alumnos, valores como el respeto o el compañerismo?
Mi profesión me ha permitido desarrollarme en varias áreas profesionales, pero sobretodo a lograr objetivos personales. Y cito una frase de la Madre Teresa de Calcuta que me encanta “Voy a pasar por la vida una sola vez, cualquier cosa buena que yo pueda hacer por algún ser humano debo hacerla ahora, porque no pasaré de nuevo por ahí”. Me gusta inculcar valores para que sean buenas personas. Y esto sólo con el ejemplo.
¿Qué es lo que más orgullosa te pone de tu trabajo?
Lo que más me enorgullece de mi trabajo es la oportunidad de regresarle algo a nuestra sociedad: ésa es la nobleza y satisfacción de esta profesión. Además que me permite estar actualizada (somos software, no hardware) y desarrollar la creatividad e innovación.