Bach fue despreciado por la nobleza y nunca considerado por la alta sociedad de su época. Todos sus conciertos de Brandemburgo (6 en total) fueron escritos como dedicatoria al Margrave de la Corte de esta ciudad de Alemania. Al recibirlos, se guardaron en un cajón hasta que a alguien se le ocurrió sacarlos y estrenarlos cuando Bach todavía vivía.
Johann Sebastian Bach nació el 21 de marzo. Fue un compositor, organista, clavecinista, violinista, violista, maestro de capilla y cantor alemán del periodo barroco.
Su mundo estaba rodeado de música: en su familia hubo 35 compositores famosos.
Bach es considerado el último gran maestro del arte del contrapunto y fuente de inspiración e influencia para posteriores compositores y músicos, desde Wolfgang Amadeus Mozart pasando por Ludwig van Beethoven.
A los catorce años, Johann Sebastian fue premiado con una matrícula para realizar estudios corales en la prestigiosa Escuela de San Miguel en Luneburgo, donde tuvo contacto con los hijos de los nobles del Norte de Alemania, que eran enviados a esta escuela selectísima para prepararse en sus carreras diplomáticas, gubernamentales y militares.
Tal vez te interesa…
Así se juega con el ‘doodle’ dedicado a Bach
Tuvo un innato talento musical y un significativo contacto con los organistas destacados del momento en Luneburgo, como Georg Böhm, con lo cual tuvo acceso a los instrumentos más grandes y precisos que había tocado hasta entonces.
En agosto de 1703 aceptó el puesto de organista de la iglesia de San Bonifacio en Arnstadt, con obligaciones ligeras, un salario relativamente generoso y un buen órgano nuevo.
En 1707 tomó posesión como organista en la iglesia de San Blas en Turingia, una importante ciudad al norte con paga y condiciones significativamente superiores, incluyendo un buen coro.
Ese año se casó con con Maria Barbara Bach, una prima suya en segundo grado.
Tuvo en total 20 hijos, 7 con su primera esposa y 13 con la segunda de los cuales dos de ellos fueron compositores importantes en el ornamentado estilo rococo que siguió al barroco, varios de ellos siguieron los pasos de su padre en el arte de componer.
Tenía prohibido estudiar partituras de compositores italianos como Vivaldi, pero de noche se levantaba y las copiaba a la luz de las velas.
Fue un músico muy querido por dos personas importantes de la época: un conde y un rey. En el primer caso se trataba de una persona que no podía dormir por las noches. El médico le aconsejó que escuchara música relajante y él decidió contratar a Bach para que escribiera una obra lo más extensa posible para hacerlo dormir. Recibió el nombre de “Las variaciones Goldberg” y era tocada en vivo todos los días en una habitación contigua. El segundo fue Federico el Grande, quién lo invitó a la corte para que lo viera tocar con su clavicordio. Luego de ofrecerle una improvisación le envió un manuscrito de una obra centrada en este episodio.
Transcurrido apenas un año, en 1708, una nueva oferta de trabajo le llegó desde la corte ducal en Weimar. Este período en la vida de Bach fue fructífero y comenzó una época de composición de obras para teclado y orquestales.
Entre sus obras más conocidas se encuentran los Conciertos de Brandenburgo.
Otras obras: El clave bien temperado, la Misa en si menor, la Pasión según San Mateo, El arte de la fuga, Ofrenda musical, las Variaciones Goldberg, la Tocata y fuga en re menor, varios ciclos de cantatas, el Concierto italiano, la Obertura francesa, las Suites para violonchelo solo, las Sonatas y partitas para violín solo, los Conciertos para teclado y las Suites para orquesta.
Bach murió ciego y siempre sufrió de problemas en su visión. Unos días antes de fallecer ‘recuperó’ notablemente la vista y aprovechó a componer su última cantata donde en el coro se da gracias a Dios de una manera muy solemne.