Convirtió un hobby en su negocio y, a pesar de la llegada de la pandemia y de que su agenda en un principio se cancelara, ahora es un referente de las caravanas y fiestas de la nueva normalidad.
FOTOS LUIS MELÉNDEZ
Gabriela Cabello Castilla no tiene miedo de ponerle más chocolate al chocolate, o hacer inventos como un chicloso con cacahuate, chocolate blanco y sal de mar. Tampoco teme usar los pasteles como lienzos para convertirlos en coloridas obras de arte. Su ingenio y deliciosas recetas están en boca de todos, por ello platicó con 360 sobre la aventura que comenzó hace casi ocho años.
Madre de cuatro niños, Gaby siempre ha disfrutado cocinar, contó que le relaja y es algo que disfruta mucho. Su negocio, Sabor Pastel, comenzó gracias a una amiga que le pidió un pastel de cumpleaños para la piñata de su hijo.
“Al principio era algo chiquito, me pedían para piñatas y hacía mucho quequito, cosas sencillas. Poco a poco me fui preparando con muchos cursos y talleres, en Monterrey y aquí en Saltillo; ahorita en la pandemia hay cursos en línea que puedo tomar de cualquier parte del mundo y así fue. De boca en boca, todo muy casero”.
Trabajar en su hogar le ha permitido adaptarse a las necesidades de las personas, que han dejado en sus manos la creación de un postre que reunirá a sus seres queridos en un grato momento. Hasta hay oportunidades para experimentar, pero al mismo tiempo le genera un compromiso enorme para mantener la calidad de sus productos.
“Disfruto mucho cocinar, creo que es una manera de demostrar amor y amistad, me apasiona, me relaja. Siempre estoy pensando en antojos nuevos, productos nuevos para introducir, inventos, mis mismas clientas me ponen retos y eso es algo que me hace diferente”.
Verse realizada con algo propio, además de palpar su crecimiento y mejorar cada día, es algo que la llena de satisfacción; pero el ejemplo que le está dando a sus hijos sobre el trabajo, responsabilidad, profesionalismo y siempre dar lo mejor, es lo que más agradece. “Y al final que te hablen y te agradezcan, que te escriban”.
Sin embargo, Gaby confesó que al principio no fue sencillo, pues el tiempo que Sabor Pastel le exigía restaba momentos importantes con sus hijos. Pronto aprendió a equilibrar su agenda y organizarse mejor, “porque primero soy mamá. No me gusta decir que no a mis clientes, pero a veces lo tengo que hacer”.
Para todos los gustos y paladares hay un postre perfecto, pero entre sus pedidos lo más solicitado son el toffee con pistache, “es un clásico y un boom de siempre”, señala; además de los rellenos de dulce de leche con nuez, el pastel de zanahoria con dulce de leche y nuez, y nunca puede faltar el chocolate con toques de lujo como ralladura de Turín.
Sin duda alguna, hay épocas del año en las que la agenda está saturada, Navidad, por ejemplo, pero en esta pandemia fue todo lo contrario. “En un principio mi agenda se vació, porque de finales de abril a finales de junio tenía primeras comuniones, y claro que este tipo de eventos se suspendieron”, aunque poco a poco se reactivó su cocina y el horno siempre estuvo listo para sus creaciones.
“Gracias a Dios la gente siguió cumpliendo años. El pastel mini, para tres o cuatro personas, me lo piden mucho. También se ha convertido en regalo de caravana, por ejemplo, un mini es para un baby shower, siempre alguien le quiere llevar el pastelito a su amiga. A raíz de la pandemia todos los pasteles van en su caja, entonces todo va sanitizado y hay servicio a domicilio.
“Gente que no había visto a la familia aprovechó fechas especiales, como el 10 de mayo, para enviarle a su mamá el pastelito. La pandemia nos ha ayudado a demostrar cariño porque no estamos, queremos estar a través de la comida, ¡y más el dulce!”.
Pedidos especiales
Una vez me pidieron poner el anillo de compromiso en el pastel. Era un mini y entre capa y capa iba el anillo, pensaba ‘¿Y si se lo come?’. La capa del betún la puse más gruesa, y así se lo di.
Cuando te mandan el gender reveal, que ni la mamá sabe y ya me enteré yo, o sea el doctor y luego yo. Me hablan las secretarias de los ginecólogos y eso se me hace una de las cosas más lindas, por la confianza que me tienen.