“La base de la inteligencia emocional son las emociones y si la sabemos controlar seremos dueños de nuestros pensamientos y acciones”
Cada que amanece y comenzamos un nuevo día tenemos planeadas distintas acciones y rutinas que realizar ya sea por necesidad o por deseo. Todo lo que hacemos en la vida tiene un propósito y un motivo, tanto emocional como racional y esperamos que prospere y genere muchos beneficios. El generar dinero es fundamental para vivir y poder pagar las cuentas, educación, vivienda, alimento, vestido, entretenimiento, etc.; es por eso que lo hacemos a diario. Enfocamos gran parte de nuestra energía, conocimientos y tiempo en el trabajo. El tener estabilidad económica nos beneficia de muchas formas, sin embargo no hay que olvidar que es de suma importancia trabajar a la par en desarrollar una buena inteligencia emocional.
“Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas, ser eficaces en su vida y dominar los hábitos mentales que favorecen su propia productividad” Daniel Goleman.
El analizar, saber y conocer nuestras emociones es también una tarea de todos los días y con pequeñas acciones podemos ir reconociendo aquello que nos hace sentir mejor, más felices, enérgicos, tener mejores resultados en nuestros objetivos o encontrar algún foco rojo o área de oportunidad.
Algunas preguntas básicas que arrojan grandes resultados son:
¿Dónde están tus emociones?, ¿Te enojas sin razón y gritas todo el tiempo?, ¿Te irrita el éxito de los demás? ¿Te sientes ansioso o sumamente melancólico sin razón? ¿Ves la vida de forma negativa o positiva?, ¿Te das lo mejor a ti ?, ¿Eres empático con la gente que te rodea?, ¿Cuál es tu principal motor en la vida?, ¿Cuentas con las habilidades sociales necesarias para llevar una buena relación con los demás?, ¿Dónde está tu foco de atención?
El conocernos a nosotros mismos e indagar de muchas formas en nuestros sentimientos será clave para poder trabajar en lo que nos duele, lo que nos lastima o nos impide a tener un buen desarrollo personal. El éxito de la inteligencia emocional dependerá del tipo de relación que mantengamos con nosotros mismos, del modo en que nos relacionemos con los demás, de nuestra capacidad de liderazgo y de nuestra habilidad para trabajar en nuestras áreas de oportunidad.
Hoy te invito a escucharte con atención, a interrogarte, a contestarte tus dudas. Que la experiencia sea tu maestra. Que lo que realices provoque en ti esa sensación de satisfacción de ir por el camino correcto.