“La ansiedad es la mente yendo más deprisa que la vida”
Según El Universal, “Ansiedad” es considerada la palabra más buscada en Google durante la pandemia. Con el interés de conocer cómo afecta el COVID-19 en la salud mental de las personas, investigadores de la Universidad de California, de la mano de la Universidad Johns Hopkins, recopilaron datos nunca antes vistos en los últimos 16 años sobre búsquedas en la red referentes a “signos de ataque, ansiedad, ataque de pánico…”.
Y es que alrededor del 14.3 por ciento de la población mexicana ha presentado algún tipo de ansiedad a lo largo de su vida. Y no sólo en México, millones de personas en el mundo sufren trastornos de ansiedad; sin embargo, el desconocimiento sobre el mal ha ocasionado que las personas no reciban un tratamiento adecuado.
Jon Kabat Zinn, fundador del MBSR, tenía razón al decir “no puedes detener las olas… pero puedes aprender a surfearlas”. El tema del estrés y de la ansiedad pueden confundirse, pero es importante clarificarlos. El origen de la ansiedad es la confusión y la falta del control. Las causas son internas y las emociones que suelen presentarse son variables, pero caminan de la mano del miedo, debido a la incertidumbre.
Carola Grove, coach y terapeuta internacional, tiene amplia experiencia en el tema de la ansiedad. Según Grove, la ansiedad es un estado mental que se caracteriza por una inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad. Es una reacción emocional que viene acompañada de tensión y malestar. Se asocia generalmente al ámbito social y a la toma de decisiones.
¿Cómo funciona la ansiedad fisiológicamente? ¿Cómo funciona el sistema nervioso autónomo? Grove lo explica de una forma clara y sencilla. El sistema simpático es la alerta (por ejemplo un evento: voy a cruzar la calle y casi me atropellan, me asusto…) y el sistema parasimpático es el que te relaja (relájate, no pasó nada, lo malo ya pasó, casi te atropellaban). Cuando vivimos pasando entre estos sistemas hay mucho de miedo, inseguridad, alarma, sucesos de emociones extremas… y se nos habilita una facilidad para activar un exceso de tensión dónde se altera la percepción, el proceso mental y el cuerpo… y a éste le es imposible no explotar.
Algunos de los diversos tipos de ansiedad que existen, según Venegas Chalen, son:
- Trastornos por estrés: a partir de una experiencia traumática que produce miedo intenso y sentimientos de desamparo.
- Trastorno obsesivo compulsivo: pensamientos persistentes que ocasionan aprehensión y conductas repetitivas.
- Fobia o miedo específicos: se centra en el motivo que desencadena la ansiedad, desde animales hasta objetos.
- Fobia social: temor a sentirse avergonzados en público, como al hablar, asistir a fiestas, entrevistas de trabajo o algún examen.
- Crisis de pánico: episodios de ansiedad intensa sin motivo aparente, con síntomas somáticos.
- Agorafobia: temor intenso al encontrarse en lugares concurridos o espacios abiertos.
- Ansiedad generalizada: es una preocupación persistente y excesiva que aparece todos los días en un lapso de 6 meses.
Una ansiedad sana nos ayuda a enfrentar una amenaza real. Una ansiedad patológica nos afecta de manera desmedida en su intensidad o en otras áreas de nuestra vida.
¿Cuáles son los síntomas?
Fisiológicos: Nerviosismo intenso, palpitaciones, tensión muscular, incremento de sudoración, trastornos estomacales o de mayor irritabilidad, hiperventilación.
Psicológicos: Aceleración del pensamiento, anticipación de futuros fracasos, bloqueo, insomnio.
El tratamiento dependerá del tipo de trastorno que se diagnostique, en algunas ocasiones puede ser una combinación de terapia y algún medicamento. Pero acércate y busca ayuda. Recuerda que el 90 por ciento de los casos de ansiedad son por estrés laboral, emocional, económico o social.
En una ocasión leí una frase que decía que la depresión, la ansiedad y los ataques de pánico no son signos de debilidad, son signos de haber tratado de permanecer fuerte, por mucho tiempo…
Todo el tiempo estamos pensando, en su mayoría de manera inconsciente.
Todos sin excepción vivimos miedos y conflictos internos de todo tipo, pero solemos somatizar la ansiedad y el estrés, y por eso hoy es importante detenernos, observarnos de adentro hacia fuera y darte permiso de preguntarte:
¿Qué te dicen tus pensamientos, tus emociones, tu conducta?
¿Qué te dice tu tensión corporal o qué te grita tu comportamiento?
“Cuando cambias la forma en que miras las cosas, las cosas que miras cambian también”. ¿Cómo miro mi vida? ¿Qué emoción, conductas, comportamiento acompañan mi vida? Recuerda que todo puede desactivarse si aprendemos a relajarnos y trabajar en medios que resuelvan los orígenes de todo estrés o ansiedad.
La ansiedad es una oportunidad y una alarma para identificar qué queremos soltar, qué conductas hay que cambiar o qué formas urgentes hemos de encontrar para canalizar las preocupaciones y emociones. Acércate, busca información y pide ayuda. En @redsaludmentalmx pueden apoyarte telefónicamente para hablar del tema y en la página de Carola puedes encontrar un test de ansiedad específico.