El gusto por la pintura llevó a Natalia Dávila Martínez a experimentar en otro lienzo: en tela.
Texto: Arián Ojili / Fotos: Luis Castrejón
Conocimos a Natalia Dávila Martínez, una mujer que encontró en la pintura una forma de ser libre, de entrar en paz. Su creatividad la llevó a experimentar con telas y otros elementos, hasta crear María Pintita, una marca de accesorios, únicos, con valores artísticos invaluables.
Hoy, cuenta su historia a 360.
Gusto por el pincel
Como seguro sabes, pintar desde la infancia favorece el proceso artístico que a la vez ayuda a fomentar y desarrollar la creatividad y la sensibilidad, capacidades fundamentales que las personas necesitan tanto de niños como en la edad adulta. Natalia desde niña adoptó un gusto por la pintura, convirtiendo una hoja en blanco en un lienzo.
“Siempre me ha gustado pintar. Desde que me acuerdo tomo el pincel para darle color a las cosas. Pintar es algo que disfruto, el hacerlo me relaja”, explicó Natalia.
Dicho gusto se potencializó con clases y cursos, logrando hacer de Natalia una joven artista con variadas y divertidas ambiciones profesionales.
Gusto por crear
Lo que inició como un placer, diversión o terapia, pronto se transformó en un oficio. De esta manera, Natalia buscó nuevos lienzos, experimentando en madera y otros elementos.
Después de pruebas y error, Natalia encontró una tela con la que pensó podía trabajar cómodamente, generando bolsas únicas, funcionales y accesibles.
“Estuve tratando de experimentar en diferentes materiales que no fueran un lienzo. Empecé a ser pruebas con diferentes tipos de tela, hasta que encontré la perfecta. Además tuve la fortuna de descubrir una costurera de calidad, y así pudimos experimentar con diferentes telas y crear los accesorios que ahora distribuyo”.
Gusto por Saltillo
Si bien en los últimos años se ha venido incrementando la conciencia sobre la importancia del comercio local en la dinamización de las ciudades, creemos que no viene mal insistir un poco más.
Comprar en el pequeño comercio, a emprendedores como Natalia, estimula la economía de proximidad y genera una serie de beneficios que repercuten en el bienestar social. Cuando los pequeños comercios crecen, crecemos todos.
“Quiero poner a Saltillo en boca de todos, que se den cuenta que acá hacemos cosas impresionantes. Dar a conocer la ciudad a través del arte”.
Los propietarios de los negocios locales son nuestros vecinos, amigos, familiares; personas que emprenden y arriesgan para cumplir sus sueños y prosperar de forma independiente tal como Natalia.
¿Quién es Natalia?
Madre, artista, emprendedora, diseñadora industrial. Una mujer con sueños y con una infinita capacidad de crear.