NICOLE KIDMAN SE APODERA DE LA PANTALLA GRANDE | Saltillo360

NICOLE KIDMAN SE APODERA DE LA PANTALLA GRANDE

NICOLE KIDMAN SE APODERA DE LA PANTALLA GRANDE

Con su nuevo roll protagónico en la película “Destroyer”, Nicole Kidman demuestra sus ganas de explorar algo nuevo

Por Fabián Waintal

Impecablemente vestida de blanco, con el perfecto peinado y maquillaje, Nicole Kidman pasó por el Festival de Toronto para el estreno mundial de la película ‘Destroyer’, con la belleza que la caracteriza. Sin embargo, con las luces apagadas y en la pantalla grande, no es la misma. Con pelo corto, mucho más oscuro y con un maquillaje que acentúa las ojeras, sin una gota de lápiz labial, realmente está irreconocible. Cualquiera hubiera pensado que cobró una fortuna por hacerlo. Sin embargo, el costo total de producción de apenas 9 millones de dólares confirma que el sacrificio de la actuación también tuvo que haber sido económico. Y 15 años después de haber ganado el Oscar con ‘The Hours’ demuestra que todavía le quedan ganas de seguir transformando… su carrera.

– ¿Qué buscas en un personaje de cine al momento de decidirte por una nueva película?

– Bueno, mis decisiones creativas cambian por diferentes razones. Con ‘Moulin Rouge’, por ejemplo, me gustó la idea de volar en un trapecio, quería cantar. Y muchas veces quiero explorar algo nuevo. Otras veces quiero meterme en mi conciencia y mi físico, otras veces, busco vivir como otras personas. Pero como actriz, más allá de poder tomar cierta decisión, también pasa por aprovechar alguna oportunidad que me den. Muchas veces no nos ofrecen los mejores roles y cuando llegan, hay que aprovecharlos.

– ¿Estás de acuerdo entonces sobre el debate de la falta de buenos roles femeninos con el pedido de reescribir algunos roles masculinos para las mujeres?

– Sí, yo también estuve de este lado de la mesa, pidiendo que volvieran a escribir cierto rol masculino en femenino. Totalmente. Pero también quiero contar historias femeninas. Contemos historias de Rosalind Frankline. Hay historias así de extraordinarias para contar.

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– ¿Estás de acuerdo con Meryl Streep, entonces, que dice que aquellos que toman las decisiones por lo general son hombres y es por eso que no piensan en esa clase de proyectos porque no se identifican tanto?

– Yo trabajé con muchos directores hombres con quienes conseguí roles extraordinarios, así que no creo que no se identifican tanto con historias femeninas. Yo pude filmar la historia de Virgina Woolf en ‘The Hours’ gracias a Stephen Daldry. Por Michael Grandage interpreté el rol más extraordinario de mi vida. Y obviamente también trabajé con directoras mujeres, como Karyn Kusama en ‘Destroyer’. Yo creo que el problema pasa por el nivel más bajo, donde las mujeres no tienen la oportunidad de construir sus propias carreras para convertirse en buenas directoras. Eso es lo que tiene que cambiar. Y así como los estudios de cine están controlados por hombres, las mujeres también tienen control y cuando dicen que la gente no paga para vernos. Bueno, tenemos que cambiar, salir y pagar. Todas tenemos que ir al cine. Solo puedo decir que vayan y compren una entrada al cine, vean el cine con que más se identifiquen y se seguirá filmando.

– Muy poca gente sabe que por ejemplo también disfrutas del rol como productora detrás de la nueva serie ‘Big Littel Lies’ con Reese Witherspoon, además de haber producido películas donde ni siquiera apareciste como ‘In The Cut’ con Meg Ryan y ‘Monte Carlo’ con Selena Gomez ¿Es una buena forma de ejercer cierta influencia con más historias femeninas?

– Es verdad que tengo la suerte de elegir ciertas historias y ciertos directores y puedo pararme atrás para ayudar en esta etapa de mi carrera. No es una lucha fácil. Hay películas como ‘Rabbit Hole’, con un presupuesto de tres millones de dólares y llegar al cine fue muy difícil.

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Después de haber recibido un Oscar, dos Emmys y cinco Globos de Oro, además de un premio especial en el Festival de Cannes, es evidente que Nicole Kidman encontró el mejor camino del éxito en el mundo del cine. Incluso ya era conocida en Australia, cuando Tom Cruise la vio en la película de suspenso ‘Dead Calm’ y pidió que la acompañara en la superproducción de ‘Days of Thunder’. Claro, es la parte de la historia que todos conocen, con el comienzo de un noviazgo que terminó en una boda, la noche de Navidad del año siguiente, para adoptar después a los hijos mayores Isabella y Connor. Pero habiendo llegado a Hollywood para ser famosa como ‘La esposa de…’, Nicoke terminó ganando el Oscar después de haberse refugiado en el rol de Virginia Woolf, para sobrellevar aquel famoso divorcio del 2001. Sí, antes había sido nominada por el musical de ‘Moulin Rouge’. Y cuando ya estaba casada con Keith Urban (el padre de Faith y Sunday), ella volvió a ser nominada en el 2011, con su propia producción ‹Rabbit Hole›, además de ‹Lion› en el 2017. Y con la increíble transformación de la más nueva ‘Destroyer’, es muy posible que compita ahora por el próximo Oscar, una vez mas.

– ¿Te reconociste al verte en el cine con la parte de ‘Destroyer’, donde una detective se vuelve a reconectar con la misma gente de una vieja misión del pasado?

– La verdad, ni yo podía creer que era yo. Y es extraño porque al verla pareció un sueño, todo fue muy diferente para mí, existir en ese lugar. Pero estoy feliz de haberla hecho.

– Además del aspecto físico, también se nota una transformación mental entre el presente y pasado de la misma historia ¿Qué tan difícil fue la preparación?

– Primero filmamos la segunda parte, la última parte de mi vida como Erin Bell. Y después volvimo y filmamos el principio. Eso fue lo bueno, porque antes de empezar con el rodaje yo me preguntaba como lo íbamos a hacer, si podía funcionar, hasta que me salió el lado interior del actor donde siempre pensamos “Hay que ir adelante”, para dejarme llevar por la marea. Quiero decir que yo nunca trato de luchar, no importa las circunstancias que sean, porque yo tampoco se lo que es mejor para mi como actriz. A lo mejor tenga un plan en mi cabeza que también pueda equivocarme, así que para mi es mejor dejarme llevar por la corriente. Y eso mismo lo hago con mi vida. Y al filmar el final primero, fue maravilloso porque teníamos filmado todo el daño, sabiendo la fuerza de vida que necesitábamos, porque siempre tiene que haber una fuerza en la vida que te apague o te destruya. Y era necesario saberlo para entrar a la segunda parte del rodaje.

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– ¿Ensayaron la relación romántica con el personaje del actor Sebastian Stan o discutieron más en detalle algo que no vemos en el cine?

– Sí, en el primer ensayo me incliné por encima de la mesa para besarme con Sebastian (Risas). Lo bueno de tener un guionista (Phil Hay) que está casado con la directora (Karin Kusama) es que tuvimos acceso a muchos temas que pude preguntar sobre toda mi historia. Es posible cuando el autor está en el estudio, todo el tiempo. No necesitamos discutir ningún cambio, porque también ya estaba formulada toda una historia de vida increíble para mi personaje de Erin, una vida bastante densa y muy rica que también pudimos hablar en detalle con Sebastián.

– ¿Hubo alguna escena que terminó siendo mucho más difícil de lo que esperabas?

– La película ya fue bastante difícil para mi, porque es demasiada extrema y totalmente diferente a como soy yo. Y quise que fuera real y auténtica. No quería actuar solamente, quise moverme y existir en ese lugar, mental y físicamente. Pero no me di cuenta donde me iba a meter, hasta que ya lo estaba haciendo. Si lo hubiera imaginado, jamás hubiera ido tan lejos. Pero de verdad, en mi carrera y en mi vida, siempre me metí en algo sin saber lo que me iba a pasar. Y siempre me fue bien. Por eso trato de no analizar tanto cuando acepto algún trabajo.

– ¿Alguna vez dudaste después de haber aceptado algún rol que terminó siendo más difícil de lo que habías imaginado al principio?

– No sé si alguna vez me pasó. Tuve mis luchas. Cualquier actor te diría que nos tentamos de hacer cosas, pensando que cierta actuación puede ser buena. Y al final, yo amo el trabajo que hago, amo ser actriz, me comprometo profundamente con el lado artístico, me comprometo totalmente para contar historias, así de simple. Y siempre termino con la misma idea: Yo solo quiero actuar. Es algo que quise hacer desde que era muy jovencita. Ahora que soy más grande puedo seguir haciéndolo y le agradezco a Dios que no me hayan empujado del camino, porque he llegado hasta lugares increíbles, con experiencias extraordinarias. Me caí muchas veces, pero también me pude levantar.

Frai Gomez

Fotógrafo de eventos sociales para Saltillo360 y Vanguardia MX.