Con estos consejos solucionarás un problema común al momento de maquillarse
Para tener un maquillaje impecable no solo es necesario contar con las herramientas adecuadas para lograrlo. También hay que mantenerlas en perfecto estado para que siempre cumplan con su cometido. Es por esto que es tan importante lavar nuestras brochas y pinceles.
Así como es importante la limpieza de la piel del rostro, la de nuestras brochas también es esencial para evitar que el maquillaje viejo afecte a nuestra piel. Y el proceso de lavarlas no sea algo muy emocionante, ahora con StylPro será mucho más fácil.
Para limpiarlas solo se necesita verter agua y jabón especializado en el bote, y meter la brocha para que se active. Al separarla del agua la brocha se va a secar y quedara como nueva. Incluye un paquete de ocho adaptadores especiales para cada brocha o pincel.
LIMPIEZA DIARIA
Cuando quieras limpiar tus pinceles para eliminar los restos de maquillaje y volver a utilizarlas en el momento, existen en el mercado diferentes líquidos limpiadores instantáneos, que no necesitan agua, y que tan solo tendrás que aplicar sobre el pincel y frotar el mismo sobre una toalla limpia o un papel absorbente.
StylPro
Se trata de un gadget que cambia la vida. Es un aparato que incluye un pequeño bote que da vueltas al meter la brocha para limpiarla y dejarla como nueva.
JABÓN DE MANOS
Si tus brochas son de plástico, el jabón es la mejor opción para limpiarlas. Elige una barra jabón puro que no tenga ninguna loción ni ninguna otra sustancia que pueda quedar impregnada en las cerdas de las brochas. Sólo es cuestión de frotar suavemente la brocha con el jabón y enjuagar con agua tibia. Para secarlas, ponlas en una superficie plana sobre una toalla limpia.
ACEITE DE OLIVA
El aceite de oliva actúa como un limpiador suave y también evita que las cerdas de las brochas se resequen. Es una gran forma de limpiar brochas que están hechas de cabello o fibra natural. Echa una cucharada de aceite de oliva en una esponja limpia, y pasa las cerdas de la brocha por la esponja. Enjuaga con agua tibia y deja secar sobre una toalla limpia.