Este año el premio se concedió a un arquitecto japonés de 87 años, cuyas obras han mezclado la tradición y la tecnología
El Premio Pritzker es el máximo reconocimiento de la arquitectura a nivel internacional y lo concede la fundación estadounidense Hyatt. Comúnmente es mencionado como el Premio Nobel de Arquitectura. Este año, se anunció que el ganador es el arquitecto japonés Arata Isozaki, de 87 años, por una obra “que supera el marco de la arquitectura para plantear cuestiones que trascienden eras y fronteras”, según el fallo del jurado.
Arata Isozaki nació en Oita, en la isla de Kyushu, Japón en 1931. Su infancia y adolescencia quedaron marcadas por la destrucción de la guerra, pues su pueblo desapareció. Tras mudarse a Hiroshima, después de la bomba, creció entre los escombros y la falta de arquitectura.
Sus obras se caracterizan por ser heterogéneas y una reinterpretación de la tradición a la más alta tecnología. Una de sus obras, “Ciudad en el Aire”, se proyectó en 1961 como un intento de racionalizar el caos de Tokio a través de una ordenación vertical con edificios inspirados en árboles.
El jurado de este año estuvo compuesto por Stephen Breyer, juez Tribunal Supremo de Estados Unidos; Richard Rogers (Reino Unido), Pritzker 2007; Benedetta Tagliabue (Italia); Kazuyo Sejima (Japón), Pritzker 2010; Wang Shu (China), Pritzker 2012 y Ratan N. Tata (India).
Sus obras no sólo se quedaron en Japón, sino que trabajó también en España, Italia y hasta a Qatar en edificaciones como el Palau Sant Jordi en Barcelona, España; el Pala Alpitour (2005) en Torino, Italia; y el Centro Nacional de Convenciones de Qatar.
Isozaki recibirá un premio económico de cien mil dólares, un certificado y un medallón de bronce cuyo reverso tiene grabadas las palabras: “firmitas, utilitas, venustas” (firmeza, belleza y utilidad), los principios fundamentales de la arquitectura de Vitruvio.