Este viaje es la pesadilla de todas las mamás que dicen: “si tus amigos se avientan de un puente ¿tú también?”. Si eres de los que no temen lanzarse al vacío, por pura diversión. Este viaje a Tabasco, es para ti.
Llegas a Boca del Cerro, el punte vehicular que sirve de entrada al pueblo de Tenosique, en Tabasco y vives la aventura de lanzarte al vacío. Los guías te dan instrucciones y te sujetan por la cintura con un arnés. La cuerda hará que quedes colgado unos cuantos metros por encima de la superficie del río Usumacinta, el más caudaloso de México. ¿Estás listo? Esto no es el stunt de ninguna película o la persecución de un Récord Guinness. Esta es una actividad ‘extrema’ que todo turista valiente y que goce de buena salud puede realizar.
Se llama puenting consiste en saltar desde un puente escénico a una altura de 35 metros y dejarte columpiar por la cuerda que te sostiene.
Es muy parecido a un bungee, pero con una diferencia: la soga que se utiliza no es elástica, por lo que se balancea como un péndulo.
Cuando los guías terminan su cuenta regresiva, te sueltas de los barandales y caes a toda velocidad. El descenso dura apenas unos segundos, pero la ‘misión’ es más temeraria de lo que parece.
La cuerda deja de moverse en un par de minutos. Desde arriba los guías la desenrollan poco a poco. Cuando la maniobra termina, una lancha ya te está esperando para llevarte a tierra firme.
Paraíso secreto
La lancha sigue el curso del río hacia el Área Natural Protegida Cañón del Usumacinta donde la naturaleza se apodera del paisaje: paredes de roca cubiertos por frondosos jardines verticales.
En medio de la selva se escuchan los estruendos de los monos aulladores. En este lugar habitan ocelotes, guacamayas rojas y hasta pumas. El viaje termina en el arroyo Santa Margarita que, en sus zonas menos profundas, refleja tonalidades esmeralda y turquesa. Prácticamente un paraíso perfecto para nadar.
Sin embargo, la aventura sigue y antes de refrescarte y dejarte llevar por la corriente, hay que ‘rappelear’, hasta alcanzar un pequeño tronco que atraviesa el arroyo. Casi nadie se salva de resbalarse y embarrarse de lodo. Pero eso, en vez de dolor, provoca risas.
En medio del calor húmedo, el salto al agua fría es un verdadero alivio. Con la ayuda de un chaleco salvavidas flotas y sigues el curso del arroyo.
El recorrido abarca apenas 300 metros, pero es como una terapia holística de spa.
Santa Margarita se une con el río Usumacinta. El agua del primero es refrescante, pero la del segundo helada.
No hay que dejarse engañar por el color café del Usumacinta. No está sucio; adquiere ese tono por la enorme cantidad de tierra que lleva. Es muy peligroso nadar en él. “Una corriente podría sumergirte y sacarte hasta 100 metros más adelante”, advierte el guía.
Anfitriones nocturnos
Las paredes que rodean al cañón del Usumacinta muestran pequeñas cavernas, casi imperceptibles. La aventura termina en la ‘cueva del tigre’.
En el interior de la cueva viven cientos de murciélagos formando una gran mancha negra en el techo.
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Guía del viajero
Los tours. Un recorrido por la reserva natural cuesta 800 pesos por persona; incluye puenting, flotación y visita a la cueva. Las actividades también se pueden contratar por separado: tarifas de 600, 500 y 400 pesos.
Cómo llegar
Tenosique se localiza a tres horas de Villahermosa y a una hora y media desde Palenque, Chiapas, por carretera. La mejor opción es viajar a Palenque, desde la Ciudad de México. Encontrarás vuelos redondos desde dos mil 781 pesos. Las tarifas pueden variar en cualquier momento.
Dónde dormir
En Tenosique hay algunos hoteles sencillos con comodidades básicas. Te recomendamos quedarte en este pueblo, pues Boca del Cerro, donde inician las actividades, está a 15 minutos del centro.