Corea del Sur es un país poco conocido, te invitamos descubrir algunos datos curiosos de este lugar y sus habitantes.
Los baños y el agua son gratis
En Corea del Sur hay baños públicos muy limpios y agua, tanto fría como caliente disponible prácticamente en todos los sitios.
Dime dónde trabajas y te diré el color de tu coche
La mayoría de los coches en Corea del Sur son de color blanco, gris o negro, y no es porque sean unos aburridos, sino por su estricta forma de diferenciarse socialmente. Los empleados normales poseen un coche blanco, los puestos intermedios uno gris y los jefes el negro.
Siempre están al teléfono
Corea del Sur es un país hipertecnológico, sólo superado por Japón. Sus habitantes se pasen el día pegados al celular leyendo cómics o viendo la telenovela coreana de moda.
Conducir no es su fuerte
Los asiáticos no son especialmente buenos conduciendo cosas con ruedas. Son lentos de reflejos, por eso que los límites de velocidad son bastante bajos comparados con los europeos. La verdad no hay muchos accidentes.
¡Comen pulpos vivos!
Hay que tener la sangre muy fría para morder el pulpito nada más meterlo en la boca, ya que si no lo haces, el animal te puede ahogar con sus tentáculos.
Las abuelas son duras
Si hay alguien a quien temer en Corea del Sur, es a las ajummas, las, en apariencia, inofensivas abuelitas ataviadas con su inseparable visera gigante, la blusa de flores y pantalones oscuros. Su fiereza es tal que no dudarán ni un segundo en llevarte por delante si estás en su camino para entrar al metro, al ascensor o en la cola del supermercado.
Los jefes emborrachan a los empleados
En Corea los empleados salen, casi obligados, a beber después del trabajo con el jefe y los compañeros, para aparentar un nivel de trabajo en equipo. El jefe aprovecha para emborrachar a sus trabajadores y así sacarles cualquier información.
El espejo es su debilidad
Los coreanos son muy coquetos, no despediciarán cualquier espejo o cristal que refleje para ver su cabello, retocarse el maquillaje o reventarse un grano.
Les encanta comer
Es alucinante la devoción que sienten por la comida, y no es para menos con la cantidad de cosas diferentes que pueden comer.
No hablan inglés
Es tal su desconocimiento del idioma, a pesar de tener tantas similitudes con Estados Unidos, que en los hoteles te dan una hoja con las indicaciones escritas en inglés, para no tener que hablar. Lo más recomendable es solo decir la palabra clave de lo que quieras preguntar (breakfast, lunch, parking, toilet…), y no hacer frases, porque no entienden.
Las iglesias
Con tanta tecnología en Corea del Sur, la mitad de la población está deprimida y busca en la religión un poco de felicidad. En el centro de Seúl puedes encontrar muchos ‘evangelizadores’ que intentan conseguir nuevos feligreses para su congregación.
LG o Samsung
En Corea del Sur, LG o Samsung fabrican de todo, desde ventanas, puertas, televisores o paredes, hasta pasta de dientes y detergente. El grupo Samsung incluye bancos, industria pesada, seguros de vida e incluso hospitales.
Hay cámaras por todos lados
Ya sea en la ciudad o en los pueblos, siempre hay cámaras de CCTV grabando todo lo que pasa para velar por la seguridad. Así es que Corea del Sur es uno de los países más seguros del mundo.