El próximo 4 de julio se subastará una figura del rostro del dios Amón con los rasgos del faraón Tutankamón, a pesar de las peticiones de Egipto para recuperar la pieza.
Tutankamón es el faraón más famoso del antiguo Egipto. Esto podría deberse a la supuesta maldición que afectó a todos los que profanaron su tumba. Su imagen e historia se encuentra arraigada en la cultura popular y eso ha provocado que los tesoros encontrados en su cripta sean de los restos arqueológicos más valiosos.
Uno de los tesoros de este faraón (aunque no se encontraba en su tumba) es una figura de cuarcita rojiza de más de 3 mil años de antigüedad y 28.5 centímetros de altura. Esta pieza invaluable será subastada el próximo jueves en Londres, pese a que el gobierno de El Cairo reclamó en vano la anulación de la venta y que la obra sea restituida a Egipto.
Se estima que la escultura podría llegar a venderse en 4 millones de libras. Ésta representa al dios Amón con los rasgos del faraón Tutankamón, “una forma de poner al gobernante al mismo nivel que los dioses”, explica la casa de subastas Christie’s, quienes organizan la venta.
El gobierno egipcio se opone
Desde junio pasado el gobierno de Egipto pidió que se cancelara la venta de ésta y otras piezas egipcias, argumentando que no se han presentado documentos y certificados de adquisición. Por su parte, una vocera de Christie’s declaró a AFP que “no ofreceríamos a la venta ningún objeto cuya propiedad o exportación suscitara dudas“. Además agregó que informaron a la embajada de Egipto de la subasta.
Se cree que la pieza salió de Egipto en 1960, cuando se registraron varios robos importantes en el Templo de Karnak. Ésta perteneció al príncipe Wilhelm von Thurn und Taxis, quien la vendió a Joseph Messina en 1973 o 1974. Posteriormente fue comprada a Heinz Herzer en una subasta en 1985.
La tumba más famosa
El arqueólogo Howard Carter encontró la tumba del famoso Faraón en 1922. Estaba casi intacta y el equipo se encargó de rescatar sus tesoros. El hijo de Akenatón y esposo de la legendaria Nefertiti asumió el poder a la edad de 9 años y murió diez después, debido a una malaria combinada con una afección ósea. Pero lo que le dio fama mundial fueron las muertes ocurridas tras su descubrimiento.
La más famosa es la del propio Carter, quien falleció de cáncer en 1939 a los 64 años y sin haber completado la publicación de su libro sobre la sepultura. Su mecenas, Lord Carnarvon, murió un año después del descubrimiento, por una septicemia debido a una herida infectada. Los periódicos fueron los encargados de difundir esta supuesta maldición, que después se demostraría como falsa.
Hasta el momento, parece que la subasta no se detendrá, a pesar de todos los esfuerzos del gobierno Egipcio. Esta disputa se da durante el debate sobre el retorno de las obras de arte a sus países de origen.
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