El ponche es la bebida que no puede faltar en ninguna posada o en la cena de Navidad.
Por: Carolina García
La cena de Navidad no podría estar completa sin el tradicional ponche, una bebida que representa el espíritu de las fiestas: alegría, paz y unión familiar.
El ponche se elabora al hervir diversas frutas con canela y piloncillo. Puede servirse caliente o frío y existen más de cien recetas en México que incluyen ingredientes como la caña de azúcar, ciruela pasa, manzana, tejocote y guayaba.
También se le suele agregar alcohol como ron, vino, whisky, champagne o aguardiente, que coloquialmente se conoce como ‘ponche con piquete’. Además, en estados como Oaxaca o Chihuahua se incluye leche, huevo o flor de jamaica.
De la India a México
Aunque México lo adoptó dentro de sus celebraciones, el ponche proviene de la India y su nombre original era ‘pãc’, que se traduce como cinco, por el número de ingredientes que lo componían: aguardiente de vino de palma, azúcar, limón, té y agua.
Llegó a Inglaterra a través de la Compañía Británica de las Indias Orientales y su nombre se tradujo como ‘Punch’. Posteriormente, se extendió por europa y los conquistadores españoles lo introdujeron a México.
Sin embargo, la versión actual surgió con la mezcla de ingredientes y sabores prehispánicos y españoles. Se integraron a su preparación la manzana, la guayaba, el tamarindo y el tejocote, una fruta endémica de México y Guatemala.
El ponche está incluido en la dieta de los astronautas debido a la alta cantidad de minerales, vitaminas y calorías que contiene.
Una receta sencilla
Es muy fácil preparar esta bebida. Pon a hervir el agua, las flores de jamaica y el piloncillo durante unos minutos. Lava y corta el resto de los ingredientes. Agrégalos a la olla y dejar a hervir a fuego bajo durante una hora o hasta que las frutas estén suaves. Sirve mientras esté caliente.
Muchos ingredientes, muchos sabores
Agua: revisa bien la cantidad, pues se evaporará un poco durante la preparación.
Flor de jamaica: cuida no colocar muchas porque pueden volver ácido el ponche.
Piloncillo: el endulzante mexicano por excelencia es una opción más natural y sana que el azúcar refinada.
Guayabas: sus antioxidantes ayudan a proteger la piel durante la época de frío.
Ciruelas pasas: de lo más delicioso, además contienen vitaminas B y K.
Manzanas: pueden ser rojas, verdes, amarillas o de la variedad que desees.
Peras: no agregues muchas porque en exceso pueden causar problemas intestinales.
Canela: le dará un toque picante y te ayudará a mejorar la digestión.
Tamarindos: le dan al ponche ese colorcito que tanto gusta, además son delicios y te ayudan a disminuir el colesterol en la sangre.
Caña de azúcar: agrega si quieres darle un toque más dulce.
Tejocotes: también conocidos como ‘manzanitas’ son un ingrediente indispensable en el ponche.
240 mililitros de ponche aportan 108 calorías
Eggnog, un ponche con huevo
Es una bebida cremosa y espesa, de color blanco o amarillo pálido, que se sirve en tazas o copas durante la temporada invernal. Suele tomarse frío y se puede adornar con nata, bastones de caramelo o canela.
El eggnog se creó durante la Edad Media en Gran Bretaña a partir del ‘posset’, otra bebida hecha a base de cereales, pan duro, azúcar, leche y especias.
A la receta se le añadió huevo junto con frutos secos y alcohol, y se volvió símbolo de prosperidad y buena suerte. De acuerdo a descripciones literarias, originalmente se le llama ‘Ángel del infierno’ y se hacía con huevo, brandy, crema y hielo.
Una de las primeras referencias del eggnog en América se encuentra en el libro de viajes de Isaac Weld titulado ‘Viajes por los estados de Norte América y las provincias de Canadá durante los años de 1795, 1796 y 1797’.
Es ideal para prevenir enfermedades respiratorias en invierno porque es rico en vitaminas A y C.