Aprender a través de plataformas digitales cuenta con múltiples ventajas frente a la educación presencial.
FOTOS FREEPIK Y PEXELS
Con información de The Hill, El Universal, Escuela Europea de Dirección y Empresa, Universidad de Guanajuato, Universidad Autónoma Metropolitana y CAE.
La pandemia de COVID-19 forzó a las instituciones educativas a adaptarse a un modelo de aprendizaje que llevaba años desarrollándose: la educación en línea. Aunque para los alumnos y maestros resultó frustrante la transición de enseñanza tradicional a la digital, también tuvo sus aspectos positivos.
De acuerdo con Christine Greenhow, profesora asociada de psicología educativa y tecnología educativa de la Universidad del Estado de Michigan, “las investigaciones han mostrado que los estudiantes en aprendizaje en línea se desempeñaron mejor que aquellos que estuvieron en instrucción cara a cara, pero debe hacerse bien”.
No se trata de enviar tareas, sino de brindar herramientas para que aprendan a su propio ritmo y cooperen con sus compañeros en la construcción del conocimiento. Sin embargo, a veces puede ser frustrante si no hay acompañamiento o no se cuenta con las plataformas adecuadas.
Cuando el proceso se lleva a cabo correctamente tiene múltiples beneficios:
1.- Desarrolla autonomía y organización, pues el alumno se convierte en agente activo en su proceso de aprendizaje. Se encargará de decidir los tiempos de estudio y priorización para hacer las tareas y cumplir con fechas de entrega establecidas. Estas habilidades son indispensables en el mundo laboral actual y representarán una ventaja al momento de buscar empleo.
2.- Facilita el trabajo colaborativo, pues existen muchas herramientas para conectarse con los compañeros. Desde plataformas para hacer presentaciones, textos, proyectos o videollamadas entre el equipo.
3.- Al ser horarios más flexibles, los alumnos podrán compaginar las tareas con actividades extraescolares y otras ocupaciones, dedicando momentos específicos a cada una. Esta habilidad es clave en la adaptación a la nueva realidad laboral y familiar.
4.- Brinda una mayor cantidad de recursos capaces de enriquecer el aprendizaje: podrán acceder a videos, investigaciones, infografías, documentales, libros, imágenes, cualquier herramienta digital o audiovisual necesaria. No están las limitaciones físicas de lo que se puede llevar o compartir en el aula.
5.- Fomenta el pensamiento crítico, pues el alumno contará con fuentes para investigar y analizar la información que recibe. Esto le permitirá construir su conocimiento de manera más profunda.
6.- Hay mayor comunicación e interacción entre profesores y alumnos. Los maestros pueden llevar un registro detallado y medir si se alcanzan los objetivos del curso o se requiere reforzamiento. Además, el estudiante podrá expresar más fácilmente sus dudas y hacer las correcciones pertinentes para mejorar su desempeño.