Las cejas sobresalientes son aquellas que armonizan el óvalo facial, aportan equilibrio y expresión a la mirada, aquellas que enmarcan los ojos con fuerza y brillo, no las que se ven en las pasarelas o en las redes sociales. Ahora, vuelven las cejas finas.
Las cejas perfectas no existen, se construyen, se diseñan. Han pasado de ser las grandes olvidadas a llegar a ser las protagonistas en los últimos tiempos.
Son como la moda, viene y van, se afinan o ensanchan a capricho. En los 80, Madonna las lucía pobladas y poderosas, después en los 90 se impuso el minimalismo.
En los dos mil, Cara Delevingne las mostró salvajes y ahora, Rihanna las luce hiper depiladas. ¿Vuelve la ceja fina? “Cuando se habla de cejas es mejor no seguir las modas”, dice la maquilladora y peluquera Charo Palomo, quien considera que un buen diseño de cejas es aquel que se realiza en función de las necesidades del rostro.
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Una época, Un estilo.
Cada época ha tenido un estilo diferente. En la década de los 20, las actrices del cine mudo representaban a la perfección la forma de cejas de aquella época, se llevaban muy delgadas, largas y curvas, con una ligera expresión de tristeza en el rostro.
En la década de los 30, se llevaban muy finas pero el arco se pronunciaba más dotando de dramatismo a la mirada, como la de la Greta Garbo.
Después en los 40, empiezan a ensanchar como se puede ver en el rostro de Marlene Dietrich. En la década de los 50, Marilyn Monroe puso de moda las cejas más arqueadas para conseguir una mirada sexy hasta la llegada de Audrey Hepburn que se decantó por lucirlas naturales y un poco más gruesas.
En los 70, se vuelven a llevar más finas y arqueadas. Es una estética muy cuidada que contrasta con el movimiento hippie que apostaba por una belleza más natural.
En los 80, se imponen las cejas muy pobladas, se permiten crecer a su libre albedrío, sin quitar ningún pelito. Madonna es la reina indiscutible de esta década.
La vigilante de la playa más famosa, Pamela Anderson, abanderó la vuelta a las cejas depiladas, más redondeadas y finas en la década del minimalismo.
Ya entrado en los dos mil, se vuelve a la naturalidad. Se llevan cuidadas pero no muy depiladas para proporcionar intensidad a la mirada.
Ahora, se impone la naturalidad, pero eso sí muy cuidada, ningún pelito está descuidado. Los productos y maquillajes de cejas son imprescindibles.
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En manos de la cosmética
Si la naturaleza no te ha dotado de unas buenas cejas no desesperes, ahora es más fácil conseguirlas con el suero purificado para cejas LIBROW.
¿Qué consigue? Fortalece y acondiciona los folículos pilosos de las cejas, a la vez que las oscurece con un tinte natural de extractos botánicos para recuperar su forma natural, haciéndolas más tupidas.
¿Cómo se aplica? Una vez al día sobre la piel limpia y seca. Después de pasa el aplicador sobre la piel por debajo del arco de las cejas en las zonas donde estén más finas o poco pobladas. Y por último, se deja secar el producto durante dos o tres minutos antes de aplicar cualquier otro cosmético.